Salvo que otras instancias digan lo contrario, Sevilla se queda sin plaza ACB para la próxima temporada. La que ganó el entonces Betis Baloncesto en las pistas, tras una campaña durísima y certificada con la conquista de la Final Four de la Caja Mágica de Madrid los días 7 y 8 de junio, se la adjudicará el Covirán Granada según el dictamen de la Asamblea General de la ACB, que se ha reunido este jueves comunicando el fallo de la patronal de clubes tras el estudio de la documentación aportada por el club sevillano con fecha límite el 15 de julio a las 23:59 horas. Así funciona el baloncesto español: los méritos deportivos no tienen ningún valor si la patronal estima que los parámetros económicos de la entidad y su solicitud no son los adecuados. Lo que ganas en las canchas puedes perderlo en los despachos y al contrario. Porque el Covirán Granada descendió a Primera FEB, donde está inscrito, tras ganar solo nueve partidos la pasada temporada en la Liga Endesa. Fue decimoséptimo, a dos victorias de la permanencia y perdió la categoría, pero volverá a jugarla el próximo ejercicio si su documentación recibe luz verde. Así reza el comunicado de la ACB, emitido a las 12.35 horas de este jueves, en lo referente al Baloncesto Sevilla: «Por su parte, la Asamblea ha rechazado la afiliación del Real Betis Baloncesto SAD. Los clubes han escuchado los argumentos del presidente del club, Pedro Fernández, y valorado el informe realizado sobre su solicitud de afiliación. Éste concluye que el club no cumple requisitos imprescindibles, tal y como acredita el informe del auditor externo ni ha acreditado el pago en plazo del valor de participación. En consecuencia, siguiendo el artículo 8.6. c) de los estatutos ACB, la Asamblea General ha cursado invitación al Coviran Granada (17º clasificado de la Liga Endesa 2024-25) para que en un plazo de cinco días complete su inscripción y dispute la temporada 2025-26«. Por muchas veces que ha reiterado desde el 15 de julio el presidente del Baloncesto Sevilla, Pedro Fernández, que estaba toda la documentación «en regla», sin tener deudas contraídas con Hacienda ni la Seguridad Social, la Asamblea General no le ha dado su aprobación y ha dejado a Sevilla sin baloncesto ACB en beneficio de Granada. La primera responsabilidad, pero no la única, es de Pedro Fernández, que ha vuelto a sentirse muy solo en todo el proceso. La noticia supone un duro varapalo no solo para el club sino también para el deporte de élite de la capital hispalense, que ahora mismo está muy lejos del baloncesto del máximo nivel del país, el que disfrutó de manera ininterrumpida desde finales de la década de los ochenta hasta 2018 y, luego, entre 2019 y 2023. Una vez examinada toda la información remitida, la ACB entiende que la entidad hispalense no ha cumplido los requisitos exigidos para los clubes que, habiendo conseguido el ascenso desde la Primera FEB, tienen que certificar el éxito deportivo garantizando su solvencia económica-financiera, superando la auditoría y aportando el abono de la primera cuota del canon de ingreso. Según sus estatutos, que son públicos y pueden consultarse a través de la página web oficial de la Asociación, el turno pasa a manos del Covirán Granada, que dispone de cinco días para remitir toda la documentación, recibir el visto bueno de la ACB y llevarse así, revocando su descenso a la Primera FEB, la vacante que libera el Baloncesto Sevilla. Pese a la negativa de la ACB, puede que este culebrón no acabe este jueves y tenga más episodios. Desde principios de esta semana, como se informó en ABC de Sevilla, los responsables del club hispalense que preside Pedro Fernández estaban convencidos de acudir a la vía judicial en el caso de que su solicitud no fuese aprobada. Algo que en Granada, la ciudad del club beneficiario, se anunció por cierto con absoluta certeza desde hora y media antes de la finalización del plazo de inscripción. Lo que extrañó sobremanera en la capital andaluza. Porque en ese momento, cuando saló la noticia, el Baloncesto Sevilla aún estaba realizando las transmisiones económicas del canon, pero al parecer el partido ya lo tenía perdido. Y su oficiosa derrota de entonces ha adquirido este jueves carácter oficial. Al club ya se le dio por sentenciado el martes 15 de julio y ese mismo jueves, el día 17, se activó el Covirán Granada en el mercado transmitiendo a los agentes de jugadores que eran club ACB para sorpresa de los hispalenses. Estaban seguros de que tomarían la plaza del Baloncesto Sevilla por incumplimiento de éste y, en efecto, así lo ha corroborado la Asamblea General. Sí asciende el San Pablo Burgos, que ha recibido el plácet, pero no el equipo sevillano. Como cree, no obstante, que le asiste el derecho, lo más probable ahora, si no hay cambio de parecer, es que acuda a una instancia superior, como hicieron otros clubes en su momento, entre ellos el propio Betis Energía Plus en 2017, cuando consideró injusta la decisión de la Asociación. Lo seguirá intentando el Baloncesto Sevilla, que en la última semana había recibido el refuerzo económico de la Fundación Cajasol para que lo financiero no fuese un problema. Ese refuerzo de la alianza llegó, sin embargo, fuera del plazo de inscripción y no ha sido suficiente para cambiar el curso de los acontecimientos. El 15 de junio fue oficioso el descarte de la candidatura del equipo hispalense y desde hoy ya es oficial. La ACB rechaza su solicitud y Sevilla, a menos que los tribunales u otras instancias digan lo contrario, se queda sin baloncesto del máximo nivel.