Multitudinario adiós en Lebrija al cura Pedro Elena: "¿Por qué alguien tan joven?"

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La Parroquia de Nuestra Señora de la Oliva, en Lebrija (Sevilla), fue escenario la tarde de este pasado jueves de un emotivo adiós al joven sacerdote Pedro Elena, fallecido a los 32 años. La misa funeral reunió a un nutrido número de vecinos que quisieron mostrar su afecto y respeto hacia un religioso muy querido en su tierra natal.[articles:341541]El trágico desenlace se produjo tras diez días de lucha entre la vida y la muerte. Pedro sufrió una parada cardíaca el pasado 1 de septiembre, durante un almuerzo con amigos en el pueblo de Lantejuela, donde había ejercido su ministerio sacerdotal en los últimos dos años. Desde entonces permaneció en estado crítico hasta su fallecimiento el miércoles.Un último gesto de bondad: la familia dona los órganosEl último adiós en Lebrija contó con la presencia de numerosos sacerdotes y de un gran número de vecinos que desbordó las calles aledañas a la parroquia. La familia, en un gesto solidario, decidió donar los órganos del joven, un acto que fue recibido como un ejemplo más de la bondad y entrega que marcaron su vida.Una imagen del interior de la Parroquia de Nuestra Señora de la Oliva de Lebrija.El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, compartió imágenes de la misa exequial y trasladó unas palabras de consuelo a los fieles. “Ante la muerte de un sacerdote tan joven, nos preguntamos: ¿por qué? ¿Cómo entender que alguien que había entregado su vida al servicio de Dios y de la Iglesia nos deje de manera tan prematura?”, expresó durante la homilía.[articles:341552]El prelado añadió que “el misterio del sufrimiento y del dolor ha inquietado siempre al ser humano. Pero la fe nos ofrece una respuesta: no explicaciones teóricas, sino la certeza de que Dios ha querido hacerse presente en medio del sufrimiento. El Hijo de Dios ha cargado con nuestra cruz, ha entrado en la oscuridad de la muerte, y la ha vencido”. Para los vecinos de Lebrija, la pérdida de Pedro supone la marcha de un sacerdote que representaba cercanía, entrega y compromiso con su localidad y su fe.