La NASA buscaba nuevos materiales para el espacio y terminó con algo inesperado: Una aleación barata que soporta más de 1.000 ºC

Wait 5 sec.

Se llama GRX-810 y combina níquel, cobalto y cromo con un recubrimiento cerámico a escala nanométrica. Es imprimible en 3D, resiste el calor extremo y promete alargar la vida útil de motores y turbinas. Un avance que ya no pertenece solo a la teoría: está entrando en la industria.