El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, empleó este sábado, de nuevo, el comercio internacional como arma de presión geopolítica. Trump ha llamado al resto de países que forman parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, que es una alianza militar, no económica) para cerrar una nueva ronda de “importantes sanciones” a Rusia, el fin de las compras de petróleo procedente de ese país. También a lanzar aranceles secundarios sobre China, el mayor comprador de crudo ruso. Ha asegurado que lo que busca con la medida es forzar a Moscú a poner fin a la invasión de Ucrania. Seguir leyendo