Los nanorobots construidos a partir de ADN sintético representan una de las revoluciones más prometedoras de la biomedicina. Capaces de detectar células anómalas, encapsular virus e incluso comunicarse entre sí, estas estructuras moleculares abren la puerta a terapias personalizadas contra cáncer, infecciones y enfermedades raras que hoy carecen de tratamiento eficaz.