El incendio de la Mezquita de Córdoba, provocado por una barredora eléctrica que se encontraba en un almacén improvisado en uno de los vestíbulos del monumento, ha reavivado las críticas que ponían en duda que la gestión del enclave, declarado Patrimonio de la Humanidad, estuviera únicamente en manos del Cabildo por el mero hecho de haberse atribuido la titularidad sobre el templo, tras su inmatriculación en 2006. Ese cuestionamiento es el que subyace detrás de la decisión del Ayuntamiento cordobés de incluir en el Plan de Gestión del Centro Histórico una enmienda para incorporar la creación de un organismo en el que estén presentes todas las administraciones —municipal, autonómica y estatal— junto con el Obispado para coordinar las actuaciones sobre la mezquita.Seguir leyendo