Joaquín Ortega y Laura Skirmantait por fin respiran tranquilos. Estos vecinos de Jerez, que fue desahuciada el pasado mes de julio, han podido finalmente comprar la vivienda, en la que seguirán residiendo. El fondo Coral Homes, propiedad de Caixabank, decidió en un primer momento no renovar el contrato de alquiler a la familia acordado como dación en pago. Habían estado en el piso con un alquiler que fueron prorrogando hasta que ambos encontraron empleo y dejaron de estar en situación de vulnerabilidad, que fue cuando empezaron sus problemas.Dos décadas llevan Joaquín, Laura y su familia en esta vivienda de la barriada de Santo Tomás de Aquino, de apenas 50 metros cuadrados, de la que fueron expulsados tras no aceptar la entidad bancaria la oferta de compra que realizaron antes del desalojo.[articles:338562]Servihabitat, la inmobiliaria asociada a Caixabank que gestiona la vivienda, aceptó que la familia se quedara en la casa dos días después de ejecutarse el desahucio, aunque subiendo su precio. Joaquín y Laura ofrecieron 20.000 euros —un valor muy parecido al que tiene la vivienda, a pesar de llevar años pagando hipoteca y alquiler—, pero les requirieron 25.000 euros.Un préstamo en condiciones "empáticas" para desatascar la compraAl cambiar las condiciones económicas de la familia y no poder acogerse a la protección contra el desahucio que les brindaba ser familia en riesgo de exclusión social, el banco decidió unilateralmente ejecutar la hipoteca sin atender la oferta de compra realizada por Joaquín y Laura.Esta familia jerezana, finalmente, ha podido hacer efectiva la compra gracias al préstamo de 7.000 euros concedido por el fondo de Economía Solidaria de Jerez (Ecosoje), en "condiciones totalmente empáticas con su situación", destacan desde Ganemos en una nota de prensa. Joaquín, Laura, Kika González y Geli Sánchez tras la firma de la escritura de compraventa."Hemos pagado ya con creces y varias veces nuestra vivienda al precio de la primera adquisición", manifiesta la familia, que agradece la resolución final de toda esta dramática situación, aceptando la compraventa al precio estipulado por la inmobiliaria.Una situación, dice Ángeles Kika González, portavoz de Ganemos Jerez, "provocada por los egoístas intereses de los grandes propietarios y rentistas, que prefieren desahuciar a una familia, a pesar de sus esfuerzos por reunir dinero para pagar esta vivienda, dejarla vacía para seguir especulando con la falta de viviendas y provocar la consiguiente subida de precios en esta burbuja inmobiliaria que ya padecemos"."Quiso castigar la presión social"Este desenlace les permite volver a su casa y acostarse tranquilos sin sufrir porque vayan a echarlos de ella, "pero que no deja de ejemplificar una vez más el comportamiento cruel e inhumano de los bancos con los ciudadanos vulnerables", critica González.[articles:338582]"No se entiende bien que la Caixa ejecutara el desalojo expulsando a esta familia a la calle para que tan sólo dos días después aceptara prácticamente la oferta de compraventa que previamente se había hecho, y obligue a pagar como si fuera de nueva adquisición una vivienda que llevan muchos años pagando", insiste la portavoz de la formación política."El comportamiento del banco incita a pensar que quizás quisiera castigarse la presión social y solidaria ejercida por la ciudadanía como aviso a navegantes de que no van a ceder ante las protestas sobre desahucios tan injustos como el caso que nos ocupa, por legítimas que sean", señala Ganemos.