Esta noticia es una publicación original de Cinemascomics.comAmanda Waller siempre ha sido una figura controvertida, más una villana que una heroína, pero siempre al servicio del gobierno de los Estados Unidos y sus intereses más oscuros. Panini Comics nos trae, a gran formato, una obra que nos coloca al inicio de la carrera de Waller como miembro de la organización Checkmate.Conozco mi trabajoEn este Waller vs Wildstorm vamos a ir viendo las diferentes visiones que diferentes personajes tienen sobre la época en la que están llevando a cabo sus operaciones, encaminadas a conseguir objetivos similares pero desde prismas morales muy distintos.Amanda Waller demuestra que, a pesar de encontrarse ante su primera asignación laboral, es digna del puesto que se le ha dado, la dirección de una Base de Checkmate con el rango de Caballo de la organización. Esa falta de experiencia que parece tener la compensa con un ímpetu y unas ideas muy claras acerca de lo que tiene que hacer, propio de una formación previa muy férrea.A pesar de verse superada en poder por Jackson King, en su identidad de Battalion, miembro del grupo de héroes Stormwatch, no va a ceder de forma fácil a su empeño, tiene sus recursos para anularle, incluso para hacerle ceder la armadura que viste para asumir un nuevo lugar que parezca dejarle en un lugar secundario, a pesar de suponer un teórico ascenso como Inspector General de Checkmate, posición que Jackson King acepta y trata de utilizar para lograr acabar con las tramas ocultas que subyacen en la organización.Pero no es un trabajo fácil dejar al descubierto lo que Waller está haciendo junto a Adeline Kane, esposa de Slade Wilson, Deathstroke. Ambas han orquestado, a diferentes niveles, el ascenso en el gobierno de Gamorra de la hija del antiguo dictador, con una armadura Cybernary arrebatada a su anterior propietaria.Obedezco órdenesDetrás de la Señora Waller hay todo un organigrama superior del que busca respaldo. Cumple con el cometido que se le ha dado, es una buena soldado de Checkmate pero también tiene la potestad de colocar algunas piezas sobre el tablero.Poco a poco se va colocando como una figura más importante de lo que pueda parecer en un principio, sabe situarse bajo el foco para ganar relevancia. Su presencia física es engañosa, parece que estamos ante una persona fácil de superar pero sus recursos no están en la fuerza de su brazo, ni tampoco en unos superpoderes ocultos. Waller se vale de su inteligencia y del conocimiento para emplear los medios con los que cuenta. Es una directiva competente, firme y con un carácter mucho más marcado de lo que indica su imagen de mujer rechoncha y de baja altura.Estamos ante un conflicto de espías, de la disposición de cada una de las agencias gubernamentales que intervienen en el proceso. Las líneas que las separan se entrecruzan, se superan barreras que no deben ser invadidas, todo para terminar generando un debate sobre el mejor método para lograr el mejor resultado, a costa de las vidas de otros, sin importar si es un villano quien ejerce de brazo ejecutor, porque un héroe difícilmente vería que ese es el camino a seguir, uno que no mide la sangre derramada si los medios quedan justificados.Ni siquiera la intervención, desde el primer momento, de un personaje como Lois Lane, asegura que la forma correcta de hacer las cosas quede libre de pecado.Mi figura es importanteWaller no duda en hacerse merecedora del mérito a las decisiones que ha venido tomando para mejorar el status de Estados Unidos en el final de la Guerra Fría. Su prioridad, por encima de todo, es acaparar poder, conseguir que su país obtenga la prevalencia que merece como vencedor ante el bloque de la Unión Soviética que ahora se desmiembra. Dotar a los Estados Unidos de una posición de fuerza en mercados que hasta ahora estaban fuera de su alcance, lo que incluye Asía.Spencer Ackerman y Evan Narcisse han trazado una red de agencias, con ramificaciones profundas en otros estados soberanos, totalmente capaz de rivalizar con el mejor thriller de espías. Una trama que finalmente nos hace pensar que igual los métodos de Waller no son tan equivocados, pueden ser la solución menos mala.Esa duda es la que termina por encumbrar esta historia genialmente ilustrada por Jesús Merino (ayudado en las tintas por Vicente Cifuentes), con un toque muy noventero sin grandes estridencias, pero si muy espectacular. El gran formato de la publicación de esta obra provoca que destaquen sus splash pages y que la acción y las explosiones doten de una mayor inmersión lectora a una historia totalmente cinematográfica.El color de Michael Atiyeh le da el toque justo para que no olvidemos que estamos ante un cómic de superhéroes, aunque sean los villanos los que brillan con luz propia, en ese camino iniciático hacia la cima de una Amanda Waller.Demuestra que Waller con escrúpulos no se crece en su profesión, que la dureza de su persona no va a forjarse en los triunfos de los chicos buenos, que ella no está allí para hacer las cosas de forma correcta sino para llevarlas a cabo de la manera más efectiva para aquellos que pagan sus abultadas nóminas, lo que se traduce en lo mejor para los que gobiernan y en un plano secundario mejorar las vidas de aquellos para los que gobiernan, aunque no necesariamente en un mismo orden real de prioridades, incluida la muerte de inocentes por el bien de sus necesidades.Hazte con tu ejemplar en milcomics.com y disfruta de la mejor selección de cómics, ediciones limitadas y novedades del mes.Esta noticia ha sido publicada por Cinemascomics.com