El Gobierno mantiene su esfuerzo por aprobar una nueva reforma tributaria en el Congreso en medio del periodo preelectoral, mientras en el sector transporte persisten dos asuntos pendientes: la política de renovación del parque automotor y el futuro del comercio bilateral con Brasil. Así lo aseguro el gremio Aconauto, el cual alertó sobre las implicaciones de sacar adelante este proyecto. Puede ver: Así se transformará e integrará el Aeropuerto de El Dorado con ‘El Dorado Max’Según explican, el debate actual gira en torno a la liberación del mercado de vehículos de carga, que podría contribuir a mejorar la calidad del aire y a modernizar la flota de transporte. Sin embargo, la política oficial pretende mantener el esquema de reposición 1 a 1, mecanismo que exige la desintegración de un vehículo viejo para matricular uno nuevo. A esto se suma la propuesta de gravar los vehículos con un tributo del 25 por ciento sobre su valor para financiar el Fondo para la Promoción de Ascenso Tecnológico (FOPAT).El gremio advierte que esta medida generaría un encarecimiento de los equipos y frenaría la modernización del parque automotor. Según la Asociación Nacional de Concesionarios (Aconauto), “lo que necesitan las ciudades colombianas son vehículos comerciales de carga y pasajeros nuevos, que reemplacen los fabricados antes de 2010, equipados con sistemas de seguridad modernos y estándares de emisiones Euro VI”.La organización sostiene que limitar la oferta mediante un impuesto adicional no garantiza una mejora ambiental ni económica, sino que restringe la renovación de flotas en un mercado que demanda mayor eficiencia.También lea: Uber permitirá reservar viajes en helicóptero desde su app: ¿dónde estará disponible?Camión Chevrolet con OnStar.Propuestas de AconautoAconauto plantea que el Estado debe orientar la política pública hacia la generación de condiciones que favorezcan tanto a los transportadores como a los consumidores. “El gobierno debe gobernar en función del bienestar general”, señala el gremio en sus comunicaciones.En ese sentido, propone abolir el esquema de reposición 1 a 1, por considerarlo ineficiente y generador de distorsiones en el mercado. La asociación sostiene que esta medida ha impulsado una “espiral especulativa” sobre los vehículos usados, encareciendo sus precios y ralentizando la dinámica de ventas y matrículas.Los concesionarios afirman que para avanzar en sostenibilidad ambiental se requieren planes de renovación más atractivos, orientados a facilitar el acceso a vehículos nuevos y menos contaminantes. También sugieren restablecer la tabla de valores de los fletes de carga, con el fin de asegurar un equilibrio de rentabilidad entre los transportadores y los generadores de carga.La propuesta incluye fortalecer los mecanismos de fiscalización para garantizar el cumplimiento de dicha tabla, evitando prácticas que afecten la competitividad del sector. Según Aconauto, estas medidas permitirían dinamizar el mercado automotor, mejorar las condiciones laborales de los transportadores y contribuir a la reducción de emisiones contaminantes.Puede interesarle: ANI amplía plazo para recepción de solicitudes del proyecto El Estanquillo-PopayánEn Colombia ruedan camiones eléctricos traídos de China.Archivo Portafolio.coDenuncia del acuerdo comercial con BrasilOtro de los puntos que preocupa al sector es la decisión del Gobierno de denunciar el Acuerdo de Complementación Económica 72 (ACE 72) entre Colombia y Mercosur, que regula el comercio bilateral con Brasil y otorga preferencias arancelarias a los productos de zonas francas.En 2024, el entonces ministro de Comercio anunció la medida como parte de una estrategia para promover la reindustrialización nacional, con énfasis en el ensamble automotor bajo el esquema CKD (Complete Knock Down). Sin embargo, el gremio advierte que la industria ha venido transitando hacia el modelo CBU (Completely Built Up), en el que los vehículos se importan completamente ensamblados.Aconauto ha remitido comunicaciones al Ministerio de Comercio en las que detalla la evolución del ensamble automotor en los últimos quince años y alerta sobre las implicaciones de poner fin al acuerdo. Según el gremio, la denuncia del ACE 72 afectaría tanto al mercado como a los consumidores, pues encarecería los precios y reduciría la variedad de la oferta disponible.El sector recuerda que la economía funciona bajo el principio de que a mayor oferta, los precios tienden a bajar, lo que al mismo tiempo incrementa el recaudo tributario por volumen. En cambio, la terminación del acuerdo con Brasil limitaría la oferta y encarecería los productos, reduciendo la competitividad del mercado.La asociación considera que cuando las decisiones se toman sin un conocimiento profundo de las industrias y sus dinámicas, “se emiten especies nocivas para los habitantes del país porque limitan la oferta favoreciendo a intereses no muy claros”.El gremio insiste en que la política comercial debe orientarse hacia el libre comercio y la modernización tecnológica, más que hacia la restricción de los mercados. Por ello, plantea que el Estado debe escuchar a los actores del sector antes de adoptar medidas que puedan tener efectos adversos en el transporte y en la economía en general.PAULA GALEANO BALAGUERAPeriodista de Portafolio