El ministro del Interior propondrá en el Consejo de Ministros de mañana el nombramiento del comisario principal jubilado Eugenio Pereiro (1954) como nuevo director general de Coordinación y Estudios del Departamento. Se trata de un puesto clave y de hecho es conocido como su «sala de máquinas», ya que diseña líneas de actuación, coordina el trabajo de las distintas unidades de las Fuerzas de Seguridad, elabora la estadística y controla los gastos reservados. Pereiro es un profesional de reconocido prestigio, con 44 años de servicio activo y especializado en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado. Tiene experiencia además en la lucha contra la inmigración ilegal, ya que fue comisario general de Extranjería y Fronteras en en diciembre de 2017 coincidiendo con la primera etapa de Marlaska al frente del Ministerio. Hasta 2024, año en el que le llegó la hora de la jubilación como policía cuando estaba al frente de Información desde su nombramiento en 2018, había dirigido la Brigada Central de Crimen Organizado y la Unidad Central de Drogas y Crimen Organizado , ambas de la Comisaría General de Policía Judicial. Antes de todo ello, con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, había prestado servicio como asesor del ministro del Interior, por lo que conoce muy bien los entresijos de un departamento tan sensible como este. También dirigió el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA) , que tras fusionarse con el Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO) daría lugar al actual Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco). El nombre de Pereiro ya había sonado con fuerza como director general de Coordinación y Estudios en los días previos a su jubilación, pero entonces no se materializó el nombramiento para un cargo que desde 2018 ocupa el también comisario principal jubilado José Antonio Rodríguez , otra persona de la máxima confianza de Marlaska. La Dirección General de Coordinación y Estudios, por el poder que acumula, ha sido tradicionalmente un «objeto de deseo» tanto para la Policía como para la Guardia Civil . Se trata de un puesto estratégico, en el que se acumula un enorme volumen de información delicada, y siempre se ha interpretado que quien lo dirige, sea mando de la policía o de la guardia civil, va a «tirar» hacia su Cuerpo. Antes del nombramiento de José Antonio Rodríguez, con el Gobierno de Mariano Rajoy, ese puesto lo ocupaba un guardia civil, en concreto el entonces teniente coronel Diego Pérez de los Cobos , que desde ese cargo fue uno de los máximos responsables de la respuesta policial al desafío del referéndum ilegal del 1 de octubre en Cataluña. Su sustitución por un comisario de la Policía no fue bien recibida en el Instituto Armado, que consideraba, probablemente con razón, que perdía una importante parcela de poder en el Ministerio del Interior. Pereiro es un hombre de la máxima confianza de Marlaska y de hecho en su momento llamó la atención que no le nombrara Director Adjunto de la Policía, ya que por conocimientos, profesionalidad y trayectoria era un candidato al que se le podían poner pocos peros. Ahora, cuando ya lleva un año jubilado y a pesar de que puede quedar poco tiempo de legislatura, ha decidido asumir el reto. Además de su indiscutible preparación, su mayor aliado es que su carrera profesional está ya hecha y eso le va a dar un margen de independencia notable para adoptar las decisiones que considere oportunas. José Antonio Rodríguez, el director general saliente, había estado destinado antes en la jefatura del Servicio de Análisis y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, fue consejero de Interior en China, Japón y Corea del Sur y director del Gabinete de Estudios de Seguridad Interior, también dependiente de la citada secretaría de estado.