Muere a los 32 años Pedro Elena, el cura lebrijano que ha evangelizado a tantos jóvenes en tan poco tiempo

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Miles de personas llevan rezando por la salvación del cura Pedro Elena García desde el pasado lunes 1 de septiembre, cuando este sufrió una repentina parada cardíaca, cayó al suelo y un helicóptero lo trasladó de urgencia al hospital Virgen de Valme, todo en el transcurso de la sobremesa tras el almuerzo en el que se despedía por enésima vez –tantas eran sus amistades- de unos amigos en el pueblo sevillano donde había ejercido en los últimos dos años, Lantejuela.[articles:341240]El joven sacerdote, de solo 32 años y que había ejercido por primera vez, como vicario, en la parroquia de Santa María la Blanca de Los Palacios y Villafranca, iba a tomar posesión como párroco este próximo 18 de septiembre en la iglesia de la Purísima Concepción de Villaverde del Río, donde los feligreses lo esperaban con ansia por su buena fama y su don de gentes. Pero no ha podido ser. Esta tarde su corazón ha dejado definitivamente de latir.El amargo sentimiento de que tanta oración ha sido infructuosa recorre algunos de los muchísimos ambientes en que se lloraba por él, desde las hermandades de los pueblos –e incluso de la capital- en los que ha ejercido su ministerio hasta las decenas de grupos de oración vinculados al recién canonizado joven italiano Carlo Acutis, en los que también se ha pedido incesantemente por la salvación de su cuerpo. Sin embargo, también germina, como consuelo, la explicación cristiana de que simplemente Dios lo quería a su lado. El joven sacerdote estuvo sedado durante toda la semana pasada, hasta el viernes, pero seguramente debido a la pérdida de oxígeno en el cerebro en los momentos inmediatamente posteriores al percance, durante el fin de semana los facultativos decidieron retirarle toda asistencia y la sedación, pese a lo cual su corazón ha seguido latiendo hasta esta tarde a las 17.00 horas. La donación de sus órganos: otra forma de resurrecciónPrecisamente se preparaba Don Pedro para asistir en Roma a la canonización este pasado domingo del joven Acutis, al que le profesaba tanta devoción. Pero parece ser que la voluntad divina era que se reunieran juntos. Según ha podido saber lavozdelsur.es, sus padres y su hermano pequeño han decidido donar todos sus órganos, lo cual es una forma de resurrección, una manera de seguir viviendo en los cuerpos de los demás, un modo de seguir regalando vida en este mundo a quienes ya no tenían posibilidades.  Que los caminos del Señor son inescrutables lo ha experimentando el joven sacerdote toda esta semana, después de permanecer ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) hasta intentar por todos los medios su salvación en este mundo.  Natural de Lebrija y con 32 años, el joven cura ofició su primera misa solemne en el Convento de las Monjas Concepcionistas de su pueblo natal el 27 de junio de 2020, aunque es un claro ejemplo de vocación temprana. El sacerdote volverá hoy muy cerca de allí para ser velado, al Sagrario de verano situado en el patio de los naranjos de la Parroquia de Nuestra Señora de la Oliva, donde mañana se oficiará el funeral por la salvación de su alma.Tanto las hermandades de Los Palacios y Villafranca como las de Lantejuela e incluso las de Villaverde del Río, como por ejemplo la de Nuestra Señora de Aguas Santas, además del Arzobispado de Sevilla y numerosos grupos de jóvenes católicos han hecho públicas estos días sus continuas plegarias “en estos duros momentos”, y todas las instituciones, grupos y hermandades se han acordado asimismo de “sus familiares, para que reciban un halo de esperanza y sean reconfortados por la fe”. Aseguran quienes lo han conocido bien que Don Pedro se hacía querer por todos, niños, jóvenes y mayores, y que ha arrastrado a mucha gente a la Iglesia, lo cual no es tan habitual en los tiempos que corren. Ahora descansa en paz.