Los regantes del Guadalete denuncian presencia de bacterias fecales y químicos en el río que acaban en sus cultivos

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La Comunidad de Regantes de la Margen Derecha del Bajo Guadalete, ubicada en el Poblado de Doña Blanca, ha denunciado públicamente "tras 17 años alertando a las administraciones" sin obtener soluciones, lo que consideran un atentado contra la agricultura, la salud pública y el medio ambiente.Lo que comenzó como un problema de productividad agrícola ha escalado hasta convertirse en un conflicto de salud y seguridad alimentaria, según un escrito de los regantes fechado en julio donde avanzaban que si no había soluciones irían a la Fiscalía y a los medios. Ahora, a la voz de los regantes se ha sumado la de Ecologistas en Acción de El Puerto, que han mostrado públicamente su apoyo a la denuncia."Un peligro para la salud y los cultivos"La comunidad de regantes acusa directamente a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Jerez y a la industria azucarera de estar detrás de los vertidos que contaminan las aguas que ellos captan para el riego, algo que Aquajerez ha negado tajantemente, insistiendo en que se cumple la ley. Los regantes hablan de presencia de restos de aguas fecales, bacterias, metales pesados, sales y productos químicos, subrayan en el escrito.[articles:341006]Los agricultores insisten en que no es posible regar cultivos hortícolas de consumo en fresco con aguas procedentes de la depuradora, y recuerdan que sus propios análisis han detectado E. coli, Salmonella spp., metales pesados y residuos químicos que, según afirman, suponen un riesgo directo tanto para quienes manipulan estas aguas como para quienes consumen los productos.Además, denuncian la aparición constante de peces muertos en las instalaciones de bombeo, cúmulos de productos químicos flotantes con “olor a depuradora” y suelos cubiertos de residuos blancos y rojizos que inutilizan las tierras. Las imágenes que acompañan al informe muestran desde cultivos quemados hasta campos inservibles por acumulación de cobre y otros contaminantes.Daños en cultivos del Guadalete que los agricultores achacan a la mala calidad del agua.Un río al borde de la eutrofización, denuncianEl documento alerta también de la situación crítica del Guadalete, donde la proliferación de algas filamentosas y el color verde intenso del agua son ya habituales. Los agricultores aseguran que el estado ecológico del río está “al borde de una eutrofización total que podría acabar con la vida acuática”. En sus palabras, se trata de “la imagen del capitalismo más salvaje y radical, la perversión del liberalismo, donde lo único que importa es el dinero, sin importar la salud pública, el medio ambiente ni una agricultura sostenible”.La denuncia recuerda que, mientras los regantes de la margen izquierda captan aguas limpias del Canal del Guadalcacín —aguas arriba del vertido—, ellos deben trabajar con agua contaminada. El resultado es dramático: abandonos de cultivos, pérdidas económicas millonarias y agricultores obligados a sembrar cereales en vez de hortícolas para evitar daños mayores.El problema no es nuevo. Los regantes aseguran haber mantenido reuniones desde 2015 con distintos delegados y responsables de la Junta de Andalucía, quienes en su momento prometieron proyectos de desvío de las aguas contaminadas río abajo del Azud del Portal, pero que nunca llegaron a ejecutarse. Según el relato de la comunidad, hubo incluso un proyecto redactado en 2022 por una consultora, pero este fue paralizado por la Secretaría General de Aguas alegando la situación de sequía. Para los agricultores, se trata de una excusa que deja en segundo plano la salud de las personas y el futuro de las explotaciones agrícolas.En paralelo, critican la actuación de la Fiscalía de Medio Ambiente. Según los regantes, la fiscal a cargo del caso, Belén Sánchez Díaz, habría emitido una resolución "incorrecta" al señalar que la comunidad es responsable de mantener la calidad del agua regenerada. “Pagamos un canon de regulación de casi 69.000 euros por el agua del embalse de Bornos, pero esa agua llega contaminada por la depuradora”, alegan.El apoyo de los ecologistasEl paso adelante dado por los agricultores no ha pasado desapercibido. Ecologistas en Acción de El Puerto ha respaldado públicamente la denuncia, recordando que ellos también llevan años advirtiendo de la situación."Ecologistas en Acción llevamos años denunciando la contaminación de las aguas del Bajo Guadalete, con frecuentes episodios de mortandades de peces", señalaron. La organización coincide en que el problema trasciende lo agrícola: “Se trata de un asunto de salud pública, porque esas aguas contaminadas riegan cultivos que después se consumen”.Un conflicto enquistado que apunta a EuropaEl escrito enviado el 2 de julio advierte que, de no tomarse medidas, los regantes están dispuestos a organizar protestas continuas para dar a conocer la situación. También han recurrido a la Administración Europea, apelando al principio básico de “quien contamina, paga”, recogido en la legislación comunitaria.En su denuncia recuerdan que existen normativas nacionales y europeas que obligan a garantizar que las aguas que se vierten sean aptas y no supongan un perjuicio ni para la salud ni para el medio ambiente. “La Administración dispone de herramientas normativas para que esa agua llegue limpia al río, mejorando incluso la calidad de las playas del Puerto de Santa María y ahorrando agua de los embalses, todo a coste cero”, sostienen.La situación, insisten, está llevando a muchos agricultores del Poblado de Doña Blanca al límite. Con unas 800 hectáreas afectadas, algunos ya han abandonado cultivos como el algodón, otros se ven obligados a resembrar varias veces, y muchos han optado por cereales menos rentables.El riesgo, aseguran, es que el proyecto de modernización del regadío, para el que ya se habían realizado fuertes inversiones para ahorrar agua y energía, se hunda por completo debido a las pérdidas económicas. “Si esto no se corrige, será imposible afrontar el pago de los préstamos”, advierten.