En Puerto Real hay una rotonda que parece sacada de un mal chiste. Se instaló como una medida provisional hace nada menos que 11 años, con la intención de comprobar su viabilidad, y ahí sigue: hecha de plástico, deteriorada y convertida en símbolo del abandono. La situación se da en la zona del Kortatus, en la barriada Las Canteras, un punto de paso habitual para vecinos y conductores, donde la supuesta solución temporal se ha transformado en un problema crónico.Un vecino ha decidido denunciarlo públicamente, después de comprobar que las instancias oficiales ante el Ayuntamiento no han servido de nada. “Si el canal oficial no funciona, lo hacemos por el canal oficioso, que a veces parece que sí”, ironiza en su mensaje.Los vecinos se encargan de recolocarlaLos residentes llevan años soportando las consecuencias de lo que considera una chapuza. Asegura que la estructura se desmonta en determinadas ocasiones. "En cada levantera que salta, cada vez que alguien la roza o pasa rápido cerca con un vehículo o que alguno de vuestros santos niños decide jugar con ella y desmontarla le toca a los vecinos volver a colocarla", expone en un grupo de Facebook.La indignación crece también por el deterioro general de la zona. “Ni siquiera se acuerdan de pintar los pasos de peatones en época escolar o de feria”, reprocha el vecino, convencido de que ya ha llegado el momento de que la provisionalidad termine y la rotonda se construya de manera definitiva. También critica que hay señales de tráfico caídas y/o arrancadas en toda la zona.Un contrato para materiales de construcciónLa queja coincide con la reciente noticia de que el Ayuntamiento de Puerto Real ha logrado adjudicar un contrato para la compra de materiales de construcción destinados al mantenimiento urbano. “Que esto sea noticia ya dice mucho”, apunta el vecino, indignado al recordar que lo verdaderamente urgente, como esta rotonda, sigue sin solución.El Ayuntamiento ha adjudicado recientemente un contrato de suministros de materiales de construcción a la empresa Hermanos García Pavón e Hijos, radicada en el polígono Tres Caminos del municipio. El acuerdo, que entrará en vigor en octubre, permitirá dotar a la brigada municipal de mantenimiento de los elementos necesarios para realizar sus funciones, tanto en materia de obra como en elementos metálicos.El contrato se ha dividido en dos lotes: el primero incluye materiales de albañilería, áridos, cementos y prefabricados, con un coste de 135.000 euros; mientras que el segundo se centra en el suministro de hierro y otros elementos metálicos, valorado en 45.000 euros. En total, la operación supone una inversión de 180.000 euros en suministros municipales.