La Diada de este 2025 es la primera que Salvador Illa ha podido diseñar a medida -en la anterior respetó el patrón de ERC- y la dibujó como una exhibición de la "normalidad institucional" que reina desde que logró arrebatarle la Generalitat al independentismo y con ello consagró la triangulación socialista en el Estado, en Catalunya y en Barcelona. Pero la sentencia del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) que anula parte del decreto que blindaba el catalán en las escuelas, convirtió la jornada en un clamor en defensa de la lengua catalana que unió las instituciones y las calles pese a las complicaciones que provocó la lluvia en Barcelona. El catalanismo y el independentismo se recordaron su punto de unión, la lengua como columna vertebral de una sociedad catalana que desde el Govern a Òmnium Cultural aspira a superar los recelos que dejó el 'procés' y a blandir una alianza que reúne a todas las fuerzas políticas salvo el PP y la extrema derecha de Vox y Aliança Catalana. Una comunión que se dio el día en que se registró la manifestación independentista menos concurrida desde 2012, sin contar el Onze de Setembre de 2020, afectado por las restricciones del covid, con unas 41.500 personas en la capital catalana, Girona y Tortosa.Seguir leyendo....