Un equipo brasileño desarrolló una terapia basada en la polilaminina, proteína derivada de la placenta humana, que logró regenerar la médula espinal y restaurar funciones motoras en pacientes con lesiones recientes. El avance, respaldado por la UFRJ y la farmacéutica Cristália, podría convertirse en una alternativa accesible y más segura a las células madre.