Sin dudas, Estados Unidos es uno de los países más poderosos del mundo; sin embargo, enfrenta un rival imposible de controlar: la crisis climática. En los últimos años, este fenómeno ha puesto bajo amenaza directa a 28 ciudades, generando un conflicto que podría comprometer no solo su poderío, sino también su propia existencia si no se actúa con urgencia.Estados Unidos no está enfrentando una batalla contra el frío, el calor o las lluvias. Su gran problema, son los hundimientos. Según Meteored, un estudio pone sobre la mesa un problema que suele asociarse solo a ciudades costeras, pero que en realidad afecta a gran parte de las grandes urbes de este país.Los investigadores de Nature Cities revelan que el hundimiento del terreno es generalizado, impulsado principalmente por la extracción masiva de aguas subterráneas, aunque intervienen también la industria del petróleo y gas, el peso de la infraestructura urbana y procesos geológicos heredados de la era glaciar.(LEA MÁS: El maravilloso pueblo que endulza todo Colombia: postres caseros en cada esquina)Hundimiento de la tierraFuente: CanvaLos hallazgos son alarmantes: 25 de las 28 ciudades más pobladas del país presentan hundimientos en dos tercios o más de su superficie, con más de 34 millones de personas viviendo sobre terrenos inestables.El impacto no es solo teórico: el hundimiento ya se traduce en infraestructura más vulnerable, daños en edificios, mayor riesgo de inundaciones y alteraciones en el paisaje urbano.Los expertos advierten que, con el crecimiento demográfico, el aumento en la demanda de agua y las sequías intensificadas por el cambio climático, el problema podría acelerarse en las próximas décadas, generando costos millonarios y un desafío de adaptación urbana sin precedentes.(LEA MÁS: Prosperidad Social dijo qué ciudadanos cobrarán $225.000 durante septiembre 2025)¿Cuáles son las ciudades más afectadas por el hundimiento?El caso más crítico es Houston, Texas, donde algunas zonas se hunden hasta 10 mm por año y los acuíferos pierden hasta 5 cm anuales. Ciudades como Dallas, Fort Worth, Nueva York, Filadelfia, Chicago, San Francisco y Las Vegas también presentan descensos preocupantes.En el listado también se encuentra Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Phoenix, Houston, Filadelfia, San Antonio y Dallas, las cuales concentran más del 60% de la población afectada, y desde el 2000 han registrado más de 90 inundaciones significativas.¿Qué otro problema nuevo se detectó en Estados Unidos?Este segmento del estudio revela un aspecto crítico: no se trata solo del hundimiento de las ciudades, sino de cómo este ocurre de forma desigual. El fenómeno, conocido como movimiento diferencial, se da cuando sectores cercanos presentan ritmos distintos de hundimiento, o incluso cuando algunas áreas ascienden mientras otras descienden.Ciudades como Jacksonville, Memphis y San José muestran cómo la recarga de acuíferos locales puede elevar ciertos sectores, contrarrestando parcialmente el descenso general, aunque el riesgo para la infraestructura persiste debido a la irregularidad de los movimientos.Los investigadores destacan que, a diferencia de las inundaciones, cuyos efectos se hacen evidentes solo cuando el terreno cae por debajo de un nivel crítico, los cambios desiguales en la superficie pueden dañar estructuras incluso con variaciones mínimas, afectando cimientos y debilitando edificaciones.En todos los casos, los especialistas consideran prudente adaptar la planificación urbana y los códigos de construcción para hacer frente a este desafío. Entre las estrategias recomendadas están la elevación de terrenos críticos, la mejora de drenajes, la implementación de humedales artificiales y la modernización de edificios existentes.