La desprotección de los toros como BIC que pretendía la Iniciativa Legislativa Popular para que las autonomías pudieran decidir sobre la tauromaquia ha fracasado en su tramitación en el Congreso gracias al 'sí' de Sumar y Podemos, el 'no' del PP y Vox y la abstención del PSOE. Los socialistas acertaron al no permitir que siguiera adelante una iniciativa que pretendía desproteger un activo fundamental de la cultura española y que solamente buscaba crear discordia, desigualdad territorial en el acceso a la cultura y una lamentable censura. La fiesta de los toros, que goza de una salud notable gracias al crecimiento del número de festejos , el interés creciente de los jóvenes y la apertura de nuevas plazas, es termómetro de la diversidad de un país en el que no toda la cultura debe ser del gusto de toda la ciudadanía. Si un grupo de personas no disfrutan de la tauromaquia son libres de no compartirla no acudiendo a unos festejos que aportan riqueza cultural, económica y social y por ello deben ser amparados.