La llegada de Sora 2 nos ha pillado desprevenidos. Sobre todo porque, tras la desilusión con los resultados de la prometedora primera versión, que llegó a nuestras manos muy recortada tras las promesas iniciales, la segunda nos trae de nuevo un tópico cada vez más repetido en el tiempo con todo lo que tiene que ver con IA. Sí, "lo cambia todo". Otra vez.A falta de saber si sus innovaciones permean en la cultura popular de forma sostenida (las de Veo 3, que fueron potentes, no lo lograron, e incluso diría que tampoco las del generador de imágenes de ChatGPT, tras el brutal efecto memético de Ghibli), lo cierto es que ya, a día de hoy, han logrado generar vídeos humorísticos que suponen un paso adelante en tono y en realismo.El comienzo de algo muy grandeLo que le da a Sora un enorme potencial de influir en el Internet de 2025 es que ha dado la vuelta a la tortilla de los deepfakes: durante años se han centrado en los famosos, en suplantarles para hacer gracia (y daño). La novedad está en que ahora somos nosotros los que podemos hacernos un deepfake propio, a medida. Al igual que el generador de imágenes de ChatGPT democratizó lo que muchos soluciones ofrecían (entrenar a un modelo para transformar nuestras imágenes en otras de un estilo determinado), Sora 2 pone en millones de manos la primera gran herramienta de creación de contenido de la era generativa. En Xataka La IA de Sora está resucitando a famosos ya fallecidos para convertirlos en contenido viral barato. Es un dislate tecnológico Antonio Ortiz, cofundador de Weblogs S.L, decía que lo que hace realmente divertido a Sora son los cameos, lo de integrarnos a nosotros mismos o a nuestros amigos en los vídeos. En la misma línea destacó Grok al principio, cuando su generador de imágenes sin censura permitió poner a personajes públicos a hacer auténticas barbaridades. En Genbeta Sora 2 acaba de superar uno de los test más difíciles para una IA: el del vaso del agua. Y es más importante de lo que parece Las capacidades ya estaban ahí, lo que Sora hace en poner en nuestras manos una capacidad enorme de creación a golpe de prompt. Y por el camino nos lo pasaremos muy bien. {"videoId":"x9rjydg","autoplay":false,"title":"Vídeos con mi cara hechos con Sora 2", "tag":"", "duration":"59"} Al crear nuestro propio personaje (algo de momento limitado a iPhone y a usuarios de Estados Unidos, aunque hay posibilidades de saltarse las limitaciones con VPN), podemos dar permiso a que otros usuarios "nos usen" en sus creaciones. Así es como el propio Sam Altman se ha convertido en un meme viral, haciendo cosas que quizá no le acaban de entusiasmar. También podemos encontrar en la red a nuestro compañero Matías S. Zavia o a la youtuber iJustine. {"videoId":"x9rk18g","autoplay":true,"title":"Memes de Sam Altman en Sora", "tag":"", "duration":"49"} Los vídeos hechos con Sora tienen un punto de realismo sorprendente, pero de momento no eliminan ese aspecto slop de bazofia, tan criticado entre esos que llaman a dejar de utilizar la inteligencia artificial en favor de la creación humana artesanal.¿Riesgo por mal uso? Mucho, como con cualquier tecnología (no maten al mensajero). Como decía otro compañero de la casa, Javier Lacort, "el riesgo real no es el mal uso puntual, es la normalización de vivir en una realidad fabricada donde tu versión digital es siempre más interesante que tu versión real". (function() { window._JS_MODULES = window._JS_MODULES || {}; var headElement = document.getElementsByTagName('head')[0]; if (_JS_MODULES.instagram) { var instagramScript = document.createElement('script'); instagramScript.src = 'https://platform.instagram.com/en_US/embeds.js'; instagramScript.async = true; instagramScript.defer = true; headElement.appendChild(instagramScript); } })(); - La noticia Sora 2 ha conseguido darle la vuelta a los deepfakes: hacerlos ahora es fácil y (muy) divertido fue publicada originalmente en Genbeta por Antonio Sabán .