Violencia en la Catedral de Washington: el atentado frustrado que expuso la creciente tensión en Estados Unidos

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(ZENIT Noticias / Washington, 09.10.2025).- En lo que debería haber sido una tranquila mañana de domingo de oración y ceremonia, las escaleras de la Catedral de San Mateo se convirtieron en escenario de un descubrimiento escalofriante. La policía arrestó a Louis Geri, de 41 años y residente de Vineland, Nueva Jersey, tras encontrar más de 200 artefactos explosivos improvisados ​​en su posesión, un arsenal que las autoridades creen que estaba destinado a la Misa Roja, la liturgia que invoca la guía divina sobre jueces, abogados y funcionarios públicos.El arresto se produjo pocas horas antes del inicio de la ceremonia, que marcaba el inicio del nuevo periodo de la Corte Suprema. Los equipos de seguridad que despejaban la zona observaron una tienda de campaña instalada en las escaleras de la catedral. Dentro estaba Geri, quien se negó a irse y advirtió a los agentes que estaba armado con explosivos. Lo que comenzó como un operativo de seguridad rutinario se convirtió rápidamente en una amenaza de bomba en el corazón de la capital.Al ser confrontado, Geri entregó a la policía un documento de «negociación» escrito a mano, amenazando con detonar sus dispositivos si no se cumplían sus exigencias. Los investigadores descubrieron posteriormente que las notas revelaban una profunda hostilidad hacia la Iglesia Católica, la comunidad judía, las autoridades de inmigración estadounidenses y la propia Corte Suprema. En sus escritos, Geri se enfureció contra lo que describió como «instituciones de hipocresía y opresión».Según documentos judiciales, algunos de los viales confiscados contenían nitrometano, un compuesto altamente volátil utilizado en el atentado de Oklahoma City en 1995. La colección también incluía cohetes de botella modificados y granadas caseras equipadas con detonadores de gatillo elástico. Funcionarios federales confirmaron posteriormente que los dispositivos funcionaban «totalmente».La Misa Roja, que se celebra anualmente desde 1953 en Washington, pero con raíces que se remontan a la Europa medieval, tradicionalmente reúne a jueces de la Corte Suprema, miembros de la comunidad jurídica y funcionarios gubernamentales para orar por sabiduría y claridad moral. Este año, ningún juez asistió. El descubrimiento de los explosivos de Geri justo antes del suceso probablemente evitó una tragedia nacional.Las autoridades afirman que a Geri ya se le había prohibido el acceso a la catedral debido a incidentes previos. Su ideología, descrita por los investigadores como «militante de izquierda con connotaciones antirreligiosas extremistas», refleja la creciente ansiedad entre las agencias federales de seguridad ante la violencia con motivos políticos dirigida contra instituciones religiosas. El FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos supervisan conjuntamente la investigación.El incidente se produce en un momento tenso en Washington. Apenas unos días antes, un hombre de Maryland que conspiró para asesinar al juez Brett Kavanaugh fue condenado a ocho años de prisión, una sentencia que muchos conservadores criticaron por ser demasiado indulgente. Ambos casos, aunque no están relacionados, han reavivado el debate sobre la creciente hostilidad dirigida a los miembros del poder judicial y la polarización ideológica que la alimenta.Comentaristas como Mollie Hemingway, editora de The Federalist, han trazado una línea directa entre la sentencia del presunto asesino de Kavanaugh y el frustrado ataque a la catedral. «Cuando la violencia política se trata como un síntoma en lugar de un delito, invita a la repetición», escribió.En los últimos años, la Misa Roja ha suscitado tanto reverencia como controversia, con críticos que cuestionan la intersección de la fe y la ley. Sin embargo, para los creyentes, sigue siendo un acto simbólico de unidad: un llamado a la justicia basada en la conciencia moral.Por ahora, Louis Geri se encuentra bajo custodia federal y enfrenta múltiples cargos, incluyendo posesión de armas de destrucción masiva e intento de cometer un delito de odio. Sus motivos, según los investigadores, fueron «en parte políticos, en parte personales y profundamente ideológicos».Las escaleras de la catedral han sido despejadas y reabiertas. Pero para muchos de los que debían asistir a la Misa Roja esa mañana, la imagen de robots policiales recuperando bombas caseras de uno de los espacios más sagrados de Washington persiste como un duro recordatorio: en una época de ira, incluso la oración requiere protección.Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace.The post Violencia en la Catedral de Washington: el atentado frustrado que expuso la creciente tensión en Estados Unidos appeared first on ZENIT - Espanol.