La hipertensión arterial resistente ha sido, por décadas, un desafío frustrante tanto para pacientes como para profesionales de la salud. Se trata de aquellos casos en los que la presión arterial sigue elevada a pesar del uso de varios medicamentos antihipertensivos. En muchos de estos pacientes, la situación se complica por la coexistencia de enfermedad renal crónica, creando un círculo vicioso que agrava ambas condiciones.Ahora, una nueva molécula llamada baxdrostat, desarrollada por AstraZeneca, está mostrando resultados prometedores. Según datos presentados en las Sesiones Científicas de Hipertensión 2025 de la American Heart Association y publicados simultáneamente en el Journal of the American Society of Nephrology, este medicamento podría marcar un punto de inflexión en el tratamiento de estos pacientes.El papel de la aldosterona en la hipertensión difícil de controlarPara entender cómo funciona baxdrostat, conviene repasar el rol de la aldosterona, una hormona producida por las glándulas suprarrenales. Esta sustancia regula el equilibrio de sodio y potasio, y promueve la retención de sodio en los riñones, lo que aumenta el volumen de líquido en el cuerpo y, en consecuencia, eleva la presión arterial.En muchas personas con enfermedad renal crónica, los niveles de aldosterona están persistentemente altos, contribuyendo a daños tanto en los vasos sanguíneos como en los tejidos renales. Baxdrostat actúa inhibiendo la producción de aldosterona, abordando así una de las causas profundas de la hipertensión resistente.Resultados del estudio clínico FigHTNEl ensayo clínico de fase 2, conocido como FigHTN, evaluó a 195 pacientes con enfermedad renal crónica y presión alta no controlada, a pesar de estar ya medicados con inhibidores de la ECA o bloqueadores del receptor de angiotensina, tratamientos considerados estándares.Al iniciar el estudio, los participantes tenían una presión sistólica media de 151 mm Hg y mostraban evidencia de daño renal mediante la presencia elevada de albúmina en la orina (promedio de 714 mg/g). La función renal, medida por la tasa de filtración glomerular estimada (eGFR), se encontraba en valores medios de 44 mL/min/1.73 m², indicando enfermedad renal moderada.Tras 26 semanas de tratamiento con dosis bajas o altas de baxdrostat (de 0,5 mg a 4 mg diarios), o placebo, se registraron los siguientes resultados:La presión sistólica bajó en promedio 8,1 mm Hg más en los grupos con baxdrostat que en el grupo placebo.La excreción de albúmina en orina disminuyó un 55%, sugiriendo un beneficio directo sobre la salud renal.Se observaron efectos secundarios relacionados con niveles elevados de potasio en sangre en un 41% de los pacientes tratados con baxdrostat, aunque la mayoría fueron leves o moderados.No se reportaron muertes ni eventos adversos inesperados, aunque un 9% de los participantes que recibieron baxdrostat presentó eventos adversos graves.Implicaciones para la salud renal y cardiovascularLo que vuelve especialmente relevante a baxdrostat no es solo su capacidad para reducir la presión arterial, sino también su posible efecto protector del riñón. La disminución en los niveles de albúmina urinaria se considera un marcador clave en la progresión de la enfermedad renal y un predictor de riesgo cardiovascular. Esto podría significar que baxdrostat, más allá de controlar los síntomas, estaría actuando sobre la raíz del problema.Este enfoque es especialmente valioso si se considera que muchos medicamentos antihipertensivos tradicionales no fueron diseñados para pacientes con enfermedad renal crónica, quienes a menudo fueron excluidos de los estudios clínicos. El hecho de que este ensayo incluyera expresamente a este grupo y mostrara tolerancia adecuada al fármaco es motivo de optimismo.Una posible clase terapéutica con beneficios ampliadosBaxdrostat forma parte de una nueva clase de medicamentos que actúan sobre el sistema renina-angiotensina-aldosterona, pero con un mecanismo más directo y específico. A diferencia de otros tratamientos que bloquean receptores o enzimas, este compuesto inhibe la producción misma de la aldosterona, atacando el problema desde su origen biológico.Esta precisión podría ser especialmente beneficiosa para pacientes con diabetes tipo 2, quienes representaron el 80% de los participantes en el estudio. En este grupo, el riesgo de progresión a insuficiencia renal o eventos cardiovasculares graves es especialmente alto.Qué esperar a futuroAunque baxdrostat aún no está aprobado por la FDA ni disponible comercialmente, ya se está probando en ensayos de fase 3 más amplios que buscarán confirmar su eficacia y seguridad a largo plazo. Si estos resultados se mantienen, el medicamento podría convertirse en una herramienta clave para abordar dos de los mayores factores de riesgo para la salud global: la hipertensión crónica y la enfermedad renal progresiva.Los profesionales de la salud estarán atentos a los próximos datos, mientras que pacientes que han vivido durante años con cifras de presión incontrolables podrían, finalmente, tener una opción efectiva y dirigida a su condición específica.La noticia Una nueva esperanza para la hipertensión resistente y la enfermedad renal crónica fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.