Lagartija Nick: «Enfocar los festivales hacia los guiris fue un error, el rock se fue a Benicasim y todavía tiene el bañador mojado»

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Apenas quedan unas horas para que Lagartija Nick viajen a Sevilla para actuar en un evento de los Latin Grammy , y no podemos evitar confesar cierta sorpresa por ver a un grupo con vestigios antisistema apuntándose alegremente a semejante verbena mainstream. Antonio Arias (bajo, voz) explica que la cosa está bien enfocada en «reivindicar a grandes figuras del flamenco y potenciar la música andaluza en el mundo», y que habrá mucho del 'Omega' que está a punto de cumplir treinta años, cuando su compañero Eric Jiménez (batería) interrumpe jocosamente bramando que en realidad van allí a comprobar «cuantos grammys hay», y así zanjar temas periféricos e ir al que nos ocupa: la publicación del disco en directo 'Eternamente en vivo' y la gira de presentación que pasará por Pamplona (9 octubre Indara Club), Bilbao (10 octubre Kafe Antzokia), Valencia (7 noviembre 16 Toneladas), Eleche (22 noviembre La Llotja), Madrid (19 diciembre La Sala Movistar Arena), Barcelona (20 diciembre La 2), Murcia (23 enero Sala Rem) y Málaga (24 enero La Trinchera) Puede parecer raro, incluso un poco redundante salir de gira con un disco en directo; pero uno, Lagartija Nick no es un grupo normal, y dos, así es como están las cosas en el oficio. Para ganarse el pan hay que sudar eternamente en vivo . «Pues mira, es una interpretación muy válida del significado del título, pero en realidad es un juego de palabras con una frase de Val del Omar que dice «eternamente en vuelo»», aclara Juan Codorníu (guitarra), conectado por videollamada desde algún lugar de Granada junto a sus compañeros. Lagartija Nick tienen otra excusa más para celebrar con gira este álbum en directo. Por increíble que parezca, es el primero que hacen en sus 35 años de carrera. Pero es verdad que tocar, tocar y tocar es el signo de los tiempos para los músicos. Y así, 'El signo de los tiempos' es como se tituló el último single de adelanto de esta colección de trallazos reptilianos grabada la pasada primavera «sin recurrir a los habituales trucos de laboratorio con los que tradicionalmente se han maquillado los discos en directo en el rock español», aseguran. Arias admite que «esto era una cuenta pendiente» porque anteriormente se habían grabado conciertos suyos «que no acabaron de capturar la energía del grupo en directo», y Eric añade que ahora han decidido terminar el trabajo porque están en su «mejor momento», y «porque hacer un disco en vivo tiene su riesgo, y nosotros siempre hemos sido un grupo de riesgo». La incorporación del teclista JJ Machuca , continúa el baterista, «le ha dado una vuelta de tuerca muy interesante a nuestro sonido, de forma que los fans van a poder escuchar registros que no están en los discos». Y el interfecto asiente: «He utilizado un sintetizador Roli que me compré hace muchos años, tiene mucha versatilidad y mi aportación ha sido sobre todo intentar emular una segunda guitarra con él». El lugar elegido para conseguir el mejor registro posible de la tormenta eléctrica del combo fue el Teatro CajaGranada , «un sitio que se ha acomodado muy bien a nuestras necesidades, por las dimensiones que tiene, por sus facilidad de accesos a nivel de logística, porque tiene un equipo fantástico y porque está en nuestra ciudad», explica Arias. «Es uno de los recintos más emblemáticos de Granada para representar la cultura de la ciudad, y para representarme a mí», bromea Eric, que imparte allí clases de batería «orientadas a gente sin recursos y de barrios marginales». De los casi treinta temas que el cuarteto interpretó en el teatro, el disco recoge sólo doce por la limitación de tiempo de lo que ahora se compra en formato físico, el vinilo, que no se ha hecho doble porque «si ya cuesta vender un disco, imagínate dos», apunta Eric antes de lanzar otra de las suyas: «Eso sólo lo puede hace Bruce Springsteen, que ahora los saca de siete en siete» . «Es verdad que hay cierta histeria con los box-set mastodónticos, y eso tiene una cosa buena y otra mala», opina Arias. «Lo bueno es que así los artistas sacan de su fondo de armario todas las grabaciones perdidas que tienen y que pueden ser de interés para los fans. Pero por otro lado, se crea un mercado solo para gente con un determinado poder adquisitivo, porque tienen precios prohibitivos». El tema de la elitización de la música dispara el discurso de Arias cuando en la ecuación entra la industria del directo, especialmente la de los festivales. « Todo lo que ha pasado en ese sector en los últimos años, desde la subida descontrolada de precios de los abonos hasta lo de KKR , era previsible porque están en manos de fondos de inversión casi desde que nació», asegura. «Desde ahí todo se fue configurando para que acabemos teniendo este espectro de festivales dominados por fondos extranjeros, y ha sido un proceso que ha estado a la vista de todos. El error más grande fue empezar a enfocarlo todo en función de los guiris. El rock se fue a Benicasim y todavía tiene el bañador mojado». Para relajar ánimos y cerrar la conexión sin el ceño fruncido, preguntamos a los cuatro de Granada por sus discos en directo favoritos de todos los tiempos, los que se llevarían a un refugio nuclear. «Yo tengo dos, uno de los Rolling de principios de los ochenta que se llama 'Still Life', y el 'Absolutely Live' de los Doors», dice Arias. Machuca cita el suyo, 'Pictures at an Exhibition' de Emerson, Lake & Palmer', y Codorníu cuenta que odia los discos en directo desde que se compró «uno de los Beatles en el que sólo se oyen los gritos de las niñas», antes de que Eric se despida con otra sentencia marca de la casa: «Yo no soporto un concierto entero de nadie. A mí, todos los discos en directo que duran más de quince minutos me parecen un coñazo. Todos menos el mío».