Un análisis del Grupo Cibest (Bancolombia) destacó que la expansión de la economía ha superado las expectativas.Foto: Sede Bancolombia en Medellín/CortesíaSi bien la actividad económica se viene acelerando y el mercado laboral exhibe una resiliencia, el país enfrenta vientos en contra derivados del persistente aumento inflacionario, el creciente déficit comercial y la incertidumbre sobre la política fiscal futura.Un análisis del Grupo Cibest (Bancolombia) destacó que la expansión de la economía ha superado las expectativas. El dato más reciente, con corte a julio, dio cuenta de un crecimiento anual del 4,3 % en el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE), el registro más alto de los últimos cuatro meses.Fuente: Bancolombia.Llama la atención que dicho impulso fue liderado por sectores clave como la construcción (producto de la fortaleza en obras civiles), el de comercio, transporte y alojamiento, la administración pública y el entretenimiento. Adicionalmente, la producción manufacturera mostró una tendencia sólida y sostenida de recuperación, según el informe.La entidad financiera estima que, para el tercer trimestre de 2025, la actividad económica se expandió a un ritmo de 2,4 % anual. Sectores como los servicios profesionales, el sector financiero y el constructor reflejaron un fortalecimiento significativo.El informe también destacó que el mercado laboral sigue siendo un factor de soporte fundamental para el consumo de los hogares. En agosto, la tasa de desempleo nacional se ubicó en 8,6 %, la cifra más baja para el octavo mes desde 2001, producto de sumar 393.000 personas a la población ocupada.Fuente: Bancolombia.Sin embargo, el Grupo Cibest advierte que Colombia enfrenta presiones macroeconómicas que amenazan la estabilización esperada para 2026.En primer lugar, el proceso de desinflación, que fue un viento a favor determinante para el dinamismo del consumo, según la entidad financiera, está encontrando resistencia.En septiembre, el indicador anual aumentó la 5,18 %. Este registro completó tres meses consecutivos de aceleración y se ubicó en el nivel más alto desde febrero. Además, el repunte fue superior a la expectativa del consenso de analistas.En materia de comercio exterior, la balanza sigue deteriorándose. En julio, el déficit comercial aumentó a US$1.692 millones FOB, resultado de un mayor avance de las importaciones en comparación con las exportaciones.La preocupación se centra en el sector exportador, pues en agosto, las ventas externas registraron un nuevo retroceso anual (-0,1 %), debido al continuo deterioro de la demanda en productos básicos como el petróleo y el carbón, a pesar del entorno favorable para las ventas de café y de la canasta no tradicional.Fuente: Bancolombia.Finalmente, en el ámbito de las finanzas públicas, el análisis señala que persiste y persistirá la incertidumbre sobre la ejecución del gasto públic, en un contexto de austeridad fiscal.Para 2026, la visión de Bancolombia se centra en la continuación de la estabilización macroeconómica, con un mejor desempeño del Producto Interno Bruto (PIB) esperado de la mano del consumo. Sin embargo, si bien los hogares han demostrado un desempeño elevado favorecido por el mercado laboral y las remesas, sugiere que la economía deberá gestionar cuidadosamente la transición para evitar que los problemas fiscales y externos socaven el buen ritmo de crecimiento observado hasta ahora.—