La instalación del monumento a la Inmaculada en Jerez sufrirá un retraso. Aunque el Ayuntamiento ya otorgó los permisos necesarios, el Obispado ha decidido consultar a la Junta de Andalucía sobre la compatibilidad del proyecto con el entorno protegido del palacio Bertemati, declarado Bien de Interés Cultural (BIC).La Delegación de Medios de Comunicación del Obispado han confirmado a lavozdelsur.es que “después de recibir la licencia, se ha hecho una consulta a la Junta sobre la compatibilidad del proyecto de monumento con el entorno protegido por el decreto que declara BIC Bertemati” y añaden que “se está a la espera de las indicaciones por parte de la Administración autonómica”.Consulta no vinculante, pero prudenteAunque esta consulta no es vinculante, ya que la licencia municipal es suficiente para proceder, desde la diócesis prefieren esperar el informe de la Junta antes de continuar con la instalación. El objetivo, explican, es tener más argumentos para proceder o no con la ubicación definitiva de la imagen en la plaza del Arroyo, frente al palacio episcopal.El proyecto actual no coincide con el diseño inicial de Juan Valdés y ejecución del escultor sevillano Paco Parra. La nueva propuesta busca una obra de dimensiones más reducidas, con una altura similar al monumento a San Juan Pablo II, situado en la plaza de la Encarnación, junto a la Catedral.El boceto original que se encuentra en Bertemati. Nueva idea ajustada en tamaño y costeEl boceto original, que aún se conserva en el patio de la sede episcopal, contemplaba una base monumental a modo de peana con una alegoría al dogma de la Inmaculada y tres figuras de 1,7 metros de altura. Sobre ellas se alzaba un pilar de mármol de siete metros y, en la parte superior, una imagen de la Virgen de 3,5 metros y 1,5 toneladas de peso.El elevado coste económico y la envergadura de la pieza motivaron la renuncia a ese planteamiento. La nueva versión pretende ser más discreta y menos costosa, conservando únicamente la imagen de la Virgen, ya terminada y pagada, cuyo precio ascendió a 400.000 euros.Reacciones enfrentadasEste cambio coincide con el debate público que ha suscitado el proyecto, que han llevado a crearse una plataforma ciudadana contraria al monumento, que ha lanzado una campaña de recogida de firmas en Change.org, superando las 1.200 adhesiones. Los detractores denuncian el impacto visual que tendría la obra en el entorno histórico del Arroyo.Por el contrario, los sectores favorables defienden que el lugar idóneo para la instalación es frente al palacio episcopal, al considerar que “la calidad de la obra es suficiente para lucir en ese entorno”. “¿Dónde la van a poner si no? El entorno de la Catedral es su sitio y no es una barriada”, argumentan.Con el proyecto en revisión, parece difícil que el monumento pueda instalarse y bendecirse en la festividad de la Inmaculada de este año, como se comentaba. Por el momento, todo queda paralizado hasta que el Obispado reciba la respuesta oficial de la Junta de Andalucía.La decisión final marcará si la imagen de la Inmaculada acabará en la plaza del Arroyo o si el Obispado deberá buscar una nueva ubicación para una obra que, desde su anuncio, ha dividido a parte de la opinión pública jerezana.