El Aeropuerto Internacional El Dorado, la puerta aérea de Colombia ante el mundo, celebra 65 años de historia con cifras récord y una visión renovada hacia el futuro. En 2024 alcanzó el liderazgo en tráfico de pasajeros en Suramérica y fue reconocido por la Asociación Internacional de Aeropuertos (ACI-LAC) como la terminal número uno de América Latina y el Caribe.En un momento clave para su evolución, se proyecta el desarrollo de El Dorado Max, un ambicioso plan de ampliación que busca responder al crecimiento de la demanda y fortalecer la competitividad de Bogotá y del país.También lea: ANI proyecta definir en 2026 la viabilidad del nuevo aeropuerto de CartagenaEn conversación con Portafolio, Natalí Leal, gerente general de OPAIN, analiza los logros alcanzados, las innovaciones que vienen en camino y los retos de un aeropuerto que ya opera como un ecosistema integral, sostenible y orientado al pasajero.¿Cómo recibe el aeropuerto este aniversario?Tras 65 años de operación, El Dorado se ha consolidado como un referente de eficiencia operativa, innovación y compromiso con la sostenibilidad. En 2024 nos convertimos en el aeropuerto con mayor tráfico de pasajeros en Sudamérica, alcanzando 45,8 millones de viajeros movilizados y más de 800.000 toneladas de carga. Este crecimiento refleja el papel estratégico que desempeñamos en la conectividad de Colombia, nuestro aporte al desarrollo económico y el impulso al turismo, tanto nacional como internacional.Nuestros resultados son el reflejo de una historia de innovación, servicio y visión de largo plazo, posible gracias al compromiso de toda la comunidad aeroportuaria que trabaja día y noche por una operación segura, eficiente y sostenible.Hoy trabajamos para que El Dorado sea un ecosistema integral que ofrezca experiencias memorables a visitantes y viajeros, priorizando el servicio, la accesibilidad, la agilidad y una atención diferenciada que responda a las necesidades de los pasajeros.En el marco de la conmemoración de los 65 años, entregamos siete nuevas posiciones de parqueo de aeronaves, que han optimizado la operación aérea, descongestionado zonas críticas y mejorado los tiempos de traslado. Además, restauramos el antiguo letrero de El Dorado, con el propósito de convertirlo en un nuevo atractivo turístico para Bogotá y en un símbolo de memoria colectiva para los colombianos.¿Qué factores considera transformadores en la historia del aeropuerto?El Dorado es una ciudad que nunca duerme. Opera las 24 horas del día, los 365 días del año. La remodelación de la última década fue determinante para que hoy podamos competir con los grandes aeropuertos del mundo. En 2024 experimentamos una expansión significativa de la conectividad aérea del país con once nuevas rutas internacionales hacia destinos como Montreal, São Paulo, Buenos Aires, París, Miami-Dubái, La Habana, Georgetown, Chicago y Tulúm.Puede ver: Aeropuerto de Cartagena podría no modernizarse por disputa entre la ANI y la AlcaldíaNatalí Leal, gerente general de OPAIN,CortesíaA este crecimiento se sumó la llegada de aerolíneas como Emirates y Gol, así como la apertura de nuevas rutas nacionales desde ciudades como Cartagena, Medellín, Pereira, Paipa e Ibagué. También destacamos el ingreso de JetSmart como nuevo operador doméstico, un hecho que ha contribuido a la democratización del transporte aéreo con opciones más accesibles y diversas.Nuestro liderazgo se sustenta en la excelencia del servicio, la innovación constante y un firme compromiso con la sociedad y el medio ambiente. Estos esfuerzos se reflejan en reconocimientos como el Premio Platino de Cirium, que resalta nuestro desempeño en eficiencia y crecimiento sostenido; el galardón al Mejor Aeropuerto de Suramérica otorgado por séptima vez por Skytrax; el Sello Blue Dot de la OCDE, que destaca nuestras prácticas sostenibles; y la designación de ACI-LAC como la terminal aérea número uno de América Latina y el Caribe.Cada logro es el resultado de una cultura organizacional orientada a la mejora continua, a la adopción de tecnologías de punta y a la priorización del talento humano. En la práctica, todo ello se traduce en un fortalecimiento constante de la experiencia del pasajero, desde el check-in hasta el embarque.El Dorado se posiciona como referente internacional en llegada de turistas. ¿Cómo mantener ese crecimiento sostenido?El principal desafío es lograr un equilibrio entre seguridad, eficiencia y experiencia del usuario, en un entorno de creciente demanda y con estándares internacionales cada vez más exigentes. Para afrontarlo, hemos adoptado modelos de gestión ágiles que nos permiten anticipar tendencias globales y responder con oportunidad al crecimiento del tráfico aéreo.Apostamos por la innovación tecnológica y la optimización de los procesos para que el aeropuerto no solo mantenga su posición de liderazgo regional, sino que continúe siendo un motor del desarrollo económico, la conectividad y la proyección internacional del país.Nuestra propuesta de valor se fortalece a través de la digitalización y la automatización de la operación, la optimización integral basada en datos y la creación de espacios y servicios centrados en el pasajero. Queremos que cada paso dentro del aeropuerto sea una experiencia fluida, eficiente y memorable.El proyecto El Dorado Max marcará una nueva etapa para el aeropuerto. ¿Cómo avanza esta iniciativa?La ampliación de la capacidad del aeropuerto es indispensable. Representa un pilar fundamental para fortalecer las relaciones comerciales, atraer inversión extranjera y consolidar a Bogotá y a Colombia como destinos clave en la región. Más pasajeros significan más oportunidades: más negocios, más turismo y un ecosistema logístico fortalecido que beneficia a múltiples sectores.El proyecto El Dorado Max, originado por Odinsa, busca aportar una solución eficiente y ágil frente al crecimiento de la demanda. Su objetivo es incrementar la capacidad del aeropuerto y mejorar su conectividad con la ciudad, fortaleciendo así la competitividad de Bogotá y de Colombia en la región. Desde OPAIN apoyamos esta visión, conscientes de que la ampliación de El Dorado no solo responde a las necesidades actuales, sino que prepara al país para las exigencias del futuro.También lea: Aeropuerto de Cartagena usa sistema que reduce en 40% tiempos de ingreso de pasajerosAeropuerto El Dorado.AFP¿Qué innovaciones llegarán próximamente al aeropuerto?El próximo año profundizaremos en la digitalización y automatización de la operación mediante la adopción de tecnologías emergentes que nos permitan anticipar movimientos, reducir cuellos de botella y tomar decisiones en tiempo real. Continuaremos mejorando la eficiencia operativa a través de la optimización de procesos, el uso inteligente de datos y una coordinación más estrecha con todos los actores del ecosistema aeroportuario. También avanzaremos en el rediseño de espacios y servicios orientados al pasajero, para consolidar a El Dorado como un hub integral de experiencias donde convergen servicio, cultura, innovación y sostenibilidad.En términos de conectividad, para 2025 ya se han confirmado nuevas rutas internacionales hacia Córdoba, Dallas, Tampa, Brasilia, Manaos, Monterrey, Belén y Guatemala, además de dos conexiones domésticas adicionales hacia Cali y San Andrés, operadas por JetSmart. Estos anuncios reflejan el compromiso de las aerolíneas con el crecimiento del mercado colombiano y consolidan a Bogotá como un centro de conexiones clave en la región.¿Cuáles son las expectativas para el cierre del año?Para lo que resta de 2025 y el inicio de 2026, los grandes retos giran en torno a la optimización de la capacidad existente sin necesidad de expansión física, aprovechando nuevos modelos de gestión y tecnologías de apoyo a la decisión. Buscamos fortalecer una experiencia de usuario completamente digitalizada, con procesos más ágiles, señalización mejorada y una atención que mantenga la excelencia incluso en los picos de demanda.La sostenibilidad seguirá siendo nuestro estándar operativo y una ventaja competitiva, a través de la reducción de la huella ambiental, la profundización de la economía circular y la integración de la carbono neutralidad en cada fase de la operación.PAULA GALEANO BALAGUERAPeriodista de Portafolio