El reconocimiento a toda una vida de oficio tiene nombre propio: Mariano García, el alma del restaurante Donald , fue distinguido este lunes con el Premio Tabernero Mayor en San Sebastian Gastronomika – Euskadi Basque Country 2025, uno de los congresos gastronómicos más prestigiosos del mundo. El galardón, que pone en valor el papel del servicio de sala y la cultura de la barra, reconoce a aquellos profesionales que han hecho de la taberna un arte cotidiano. Nacido en Camas, Mariano García llegó a la cafetería Donald siendo apenas un chaval. Desde entonces —y ya han pasado casi 50 años— no ha dejado de formar parte de la historia viva de este establecimiento de la calle Canalejas, convertido hoy en un emblema de la hostelería sevillana. En 1987, tras la retirada del fundador, Manuel Ávila, dio el salto a la gestión. Primero junto a dos compañeros, y desde hace nueve años al frente en solitario, siempre fiel a una idea: que el Donald siguiera siendo el mismo de siempre. «He pasado toda una vida detrás de una barra, y que te reconozcan la labor que haces con tu público y tu equipo es una de las satisfacciones más grandes que se pueden tener», contaba emocionado a GURMÉ. «Para mí, este premio pertenece en primer lugar a Manolo Ávila, mi maestro, y también a mis compañeros Juan Pazo, Manuel Japón, Luis Luna, Antonio García, Antonio Bautista y a todo el equipo de personas que tengo ahora mismo a mi lado, algunos llevan más de veinte años conmigo. Y por supuesto a los clientes, que vienen desde toda España año tras año. Este reconocimiento es de todos», añadía con la humildad que lo caracteriza. Durante la entrega, celebrada el 7 de octubre en el Kursaal, Mariano subió al escenario entre aplausos y visiblemente emocionado. «He recordado muchos momentos de mis inicios, los sacrificios que hemos pasado, y ahora, mirando atrás con el premio en la mano, pienso que todo ha merecido la pena», confesó. «Siempre pensé que este reconocimiento se lo debía a mi familia, por soportar el sacrificio de no poder disfrutar de mí en Semana Santa, la Feria o las comuniones, siempre corriendo. Pero el premio no es mío, es de todos los taberneros sevillanos» Además, destacó el valor del aprendizaje continuo: «Yo era reacio a este tipo de congresos gastronómicos, pero en tres días he aprendido muchísimo. Cosas que ya había vivido y otras nuevas que pienso poner en práctica. No se puede uno quedar en casa creyendo que es el mejor». El congreso donostiarra, que este año se celebra bajo el lema 'Tradición y regeneración', ha querido rendir homenaje a los bares y tabernas como espacios esenciales de la cultura gastronómica española. «Conceder respeto y reconocimiento a las tabernas es tan importante hoy como lo fue hace 30 años hacerlo con la alta cocina», apuntaba Benjamín Lana, director de Gastronomika. En ese espíritu, el nombre de Mariano García representa u na manera de entender la hostelería —la sevillana, la de barra y conversación, la del cliente conocido por su nombre— que sigue viva gracias a profesionales como él. Cincuenta años después, 'el Donald' continúa siendo un punto de encuentro donde la tradición, la cercanía y la elegancia del servicio siguen marcando la diferencia. Y detrás de esa barra, con la misma sonrisa de siempre, Mariano sigue escribiendo su historia.