Esta festividad reúne cada 31 de octubre a familias en torno a castañas, boniatos y panellets. Descubre la historia y curiosidades de esta tradición centenaria catalana.Antes de la llegada del horno moderno, las castañas se cocían sobre brasas de leña y se envolvían en papel de periódico para mantenerlas calientes, tradición que aún sigue presente en las calles de las ciudades catalanas.Sin duda alguna, el otoño en España es una estación que invita al recogimiento, al olor a leña y a la cocina de temporada. A todo ello acompañan los productos que se venden en esta época, que además evocan calidez: setas recién recogidas, boniatos asados, granadas, membrillos y, por supuesto, castañas. Estas últimas son las protagonistas de una de las celebraciones más entrañables de Cataluña: la Castañada, una festividad que une tradición, familia y gastronomía alrededor del fuego.La fiesta del otoño que mantiene viva la esencia catalanaLa Castañada se celebra la noche del 31 de octubre, coincidiendo con la víspera de Todos los Santos. Mientras en otros lugares del mundo esta fecha se asocia con Halloween, en Cataluña (y en algunas zonas de Aragón, Comunidad Valenciana y Baleares) se mantiene viva una costumbre mucho más antigua y autóctona. La Castañada es, ante todo, una fiesta familiar y gastronómica, donde el aroma de las castañas asadas y los boniatos al horno impregna las calles y los hogares.Antiguamente, esta celebración servía para honrar a los difuntos y recordar a los que ya no estaban. Las familias se reunían la víspera de Todos los Santos para compartir alimentos sencillos y calóricos que ayudaran a sobrellevar el frío. En el campo, la Castañada también marcaba el fin de las cosechas y el inicio del invierno, una época de recogimiento y descanso.Los protagonistas del festín: castañas, boniatos y panelletsEn cualquier Castañada que se precie no pueden faltar tres elementos esenciales: las castañas, los boniatos y los panellets.Las castañas, asadas al fuego o al horno, son las auténticas reinas de la noche. En las calles de muchas ciudades catalanas aparecen las tradicionales castañeras, mujeres vestidas con delantal, pañuelo y faldón largo, vendiendo cucuruchos de papel llenos de castañas humeantes.Castanyeres a Barcelona, a inicis de segle XX. Josep Gaspar/Gabriel Casas pic.twitter.com/sIc4n63OVP— Catalunya Color (@CatalunyaColor) October 31, 2024Los boniatos, por su parte, se asan lentamente hasta quedar tiernos y dulces. Su textura cremosa y su sabor reconfortante complementan perfectamente las castañas.Y el toque dulce y festivo lo aportan los panellets. Estos pequeños bocados, elaborados con mazapán, se recubren con piñones, almendras, coco o café. Aunque hoy en día se compran en pastelerías, muchas familias siguen la tradición de prepararlos en casa, especialmente con los más pequeños, manteniendo viva la costumbre.Origen histórico: del toque de difuntos al festín familiarEl origen de la Castañada se remonta al siglo XVIII. Según los historiadores, la tradición tiene su raíz en los antiguos banquetes funerarios que se ofrecían en memoria de los muertos. Con el paso del tiempo, la costumbre se mezcló con las celebraciones religiosas de Todos los Santos y derivó en una velada familiar.En muchos pueblos, los campaneros que tocaban las campanas durante la noche para recordar a los difuntos necesitaban mantenerse despiertos y fuertes, por lo que se alimentaban de castañas, boniatos y vino dulce. Esa comida sencilla acabó convirtiéndose en un símbolo de la festividad.Així és com celebrem nosaltres la nit de Tots Sants, torrant castanyes, coent moniatos i fent panellets! Tal com marca la tradició! Des de la #GranjaArmengol us volem desitjar una molt bona castanyada! #GranjaArmengol #botiguesgranjaarmengol #Botigues pic.twitter.com/uztiA52vlh— Granja Armengol (@granja_armengol) October 31, 2022Durante el siglo XX, la Castañada se consolidó como una celebración más doméstica y familiar, alejada del componente religioso y centrada en la reunión, el calor del hogar y la gastronomía.Una tradición que resiste al tiempoEn la actualidad, la Castañada convive con Halloween, especialmente entre los más jóvenes, pero sigue siendo una de las fiestas más queridas en Cataluña. Los colegios la celebran con talleres de panellets, concursos de disfraces tradicionales y representaciones de la castañera, un personaje entrañable que enseña a los niños el valor de la tradición.Artículo relacionadoEl impostor del bosque: por qué nunca debes comerte el fruto del castaño de IndiasEn los hogares, la noche del 31 de octubre se vive entre el aroma de las castañas recién hechas, el vino dulce y la calidez de las reuniones familiares. En muchos casos, la velada culmina con la visita al cementerio el 1 de noviembre, para rendir homenaje a los seres queridos.Más allá de su origen religioso, la Castañada refleja el espíritu del otoño catalán: respeto por las costumbres, gusto por las cosas sencillas y momentos compartidos en familia. Cuando el frío empieza a sentirse en la calle, el olor de las castañas asadas y los panellets vuelve a llenar los hogares y las plazas, recordando que hay tradiciones que, por mucho que pasen los años, siguen teniendo un lugar especial.