“Un momento, perdona, dos cosas a la vez no puedo hacer”. Miguel Ángel Torreira termina de atender un pedido antes de seguir hablando con lavozdelsur.es. Necesita focalizar toda su atención en la conversación. Si no lo hace, se pierde. Su cerebro funciona diferente porque tiene dislexia. Este jerezano de 52 años es una de las 700 millones de personas en el mundo que padecen este trastorno del neurodesarrollo permanente.Este 8 de octubre se celebra el Día Internacional de la Dislexia, jornada en la que se visibiliza el hecho de que personas como Miguel Ángel lidien con dificultades en la comprensión, la fluidez o la precisión lectora.Él tarda más tiempo de lo habitual en leer o escribir y le cuesta procesar lo que escucha. “No me diagnosticaron de pequeño. Lo pasé súper mal, mis padres no tenía conocimiento, nadie sabía nada y yo era el torpe de la clase, el que se quedaba un poquito perdido”, expresa Miguel Ángel.El jerezano, en su estudio La Caja de los Recuerdos. MANU GARCÍAComenta que llegó a repetir primero y segundo de EGB y, cuando salió del colegio, tuvo que escuchar unas duras palabras. “La tutora delante de mí le dijo a mi madre que yo no servía para nada. O sea, que me buscase un trabajo”, dice el jerezano recordando una época en la que la dislexia era aún más invisible.Pese a ello, Miguel Ángel ha crecido en el mercado laboral a lo largo de su vida y ha llegado a ser responsable de una sección entera en una empresa que facturaba más de 24 millones de euros. Todos los pedidos pasaban por sus manos y tenía a tres personas a su cago.Actualmente, es fotógrafo especializado en fotografía familiar en el estudio La Caja de los Recuerdos, que fundó hace 15 años en Jerez. Además, ha sido nominado en dos premios nacionales a mejor fotógrafo infantil en la modalidad de Navidad.Su vida ha estado llena de obstáculos a los que no le ha puesto nombre hasta los 44 años. “El diagnóstico dio sentido a muchas cosas”, dice el fotógrafo, que supo que tenía dislexia hace ocho años, en 2017, cuando fue a hacerle pruebas a su hija Martina. Según datos de la Organización Internacional de Dislexia y Familia (Disfam), existe entre un 30% y un 50% de posibilidades de heredar este trastorno.Retrato de Miguel Ángel, diagnosticado a los 44 años. MANU GARCÍA“Vimos que ella tenía problemas de aprendizaje. Tuvimos la suerte de que en Infantil una profesora bastante buena insistió para que la diagnosticasen”, explica. Ella tenía 5 años, se quedaba atrás en clase siguiendo métodos tradicionales y escribía las vocales y algunas letras al revés, en modo espejo.“Yo me sentía totalmente identificado con los problemas de mi hija. Y ahora me sigo identificando. Ahora tiene todo mi apoyo y estoy con los profesores a muerte”, expresa. Desde entonces, se sumó a la Asociación provincial Dislexia Cádiz y, como parte de la directiva, está implicado en dar visibilidad y alzar la voz para que nadie tenga que sufrir por lo mismo que él.Asegura que la dislexia ha marcado su carrera y su forma de afrontarla. “Una de las cosas que tenemos los niños con dislexia es que somos muy moldeables. Eres como un niño pequeño porque eres siempre el último. Y todo eso te va dejando secuelas, cuando eres mayor puede crear muchas inseguridades”, detalla.Para Miguel Ángel, su vida habría sido menos complicada si en el ámbito escolar le hubiesen tratado de otra manera. “Estoy segurísimo de que habría adelantado muchos caminos. No hubiese tenido tantos tropiezos. También habría llegado al punto en el que estoy muchísimos años antes”, reflexiona desde el estudio donde se dedica a hacer álbumes a mujeres embarazadas, a recién nacidos o a niños de comunión.Miguel Ángel lleva quince años especializado en fotografía familiar. MANU GARCÍAAprender fotografía también ha sido un reto para el jerezano. Ha tenido que buscarse sus propias herramientas y trucos para empaparse de los secretos del obturador y el diafragma. Según explica, “somos más visuales y yo en las clases, en la teoría me perdía totalmente. Aprendí con los casos prácticos donde era todo mucho más intuitivo”.Sin embargo, tiene una gran ventaja en este sector que se mueve por la creatividad. En la revista Frontiers in Psychology, investigadores de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, sostienen que las personas con dislexia tienen en realidad "habilidades mejoradas" en ciertas áreas, como la creatividad.“Yo tengo mucha empatía con los demás. En mi trabajo, conectar con los niños, pues a mí me resulta muy fácil. Y crear todavía más todavía porque desarrollo ideas de mi cabeza. Gracias a la dislexia soy como soy. Si no, no sería yo”, reflexiona.La revolución de la IAEn su día a día, a Miguel Ángel le resulta más fácil mantener una conversación en persona que por teléfono y algo tan rutinario como enviar un WhatsApp se le hace un mundo. Cuando tiene que leer documentos para trámites, comunica abiertamente que tiene dislexia. “O me dejas mi tiempo que yo lea esto o me lo lees tú. No me da apuro, ya con mi edad se te quita la vergüenza”, dice.El jerezano forma parte de la directiva de la Asociación provincial Dislexia Cádiz. MANU GARCÍA Aun así, reconoce que sigue evitando situaciones de lectura y, si no le queda más remedio, lo hace de forma pausada, “muy despacito e intento disimular”. Afortunadamente, el jerezano ha encontrado una herramienta para solventar con facilidad los retos de la dislexia. “La inteligencia artificial me ha salvado la vida”, dice Miguel Ángel, que la utiliza como apoyo para contestar WhatsApp o correos electrónicos, y para crear una publicación en Instagram.“Para mí es muchísimo más fácil y más rápido. Antes, yo tenía que buscarme a alguien que me mirase los textos y tardaba mucho más tiempo”, comenta.Reivindica más formación a docentesLas nuevas generaciones tienen el camino mucho más llano que este fotógrafo. Él nota que hay profesores mucho más implicados y que se están dando pasos, pero todavía queda por hacer. Como padre de una adolescente con la misma afección que él, reivindica una mayor formación para los docentes.“Me he encontrado con profesores que tienen ganas, quieren ayudar, pero no saben cómo. Hay una barrera. Muchas veces somos los mismos padres los que nos vamos informando y les vamos informando a ellos. Por ejemplo, algunos no saben que las editoriales de libros escolares hacen incluso adaptaciones de los exámenes”, explica.En este día de sensibilización, el jerezano también hace un llamamiento a la empatía en los centros escolares. “Los profesores tienen la profesión más bonita y la más importante que hay en un país. Una palabra mal dicha puede hacer mucho daño”, dice.Diez años de inclusiónLa Asociación Dislexia Cádiz, fundada el 8 de noviembre de 2015 y miembro activo de la Federación Española de Dislexia (FEDIS), cumple una década de trabajo incansable en favor de las personas con dificultades específicas de aprendizaje. Formada por familias comprometidas, su objetivo desde el inicio ha sido dar visibilidad a estos trastornos y a sus efectos emocionales, además de impulsar una sociedad más inclusiva.Como cada año, y coincidiendo con la conmemoración de su aniversario, la provincia se sumará a la iniciativa internacional de iluminación de edificios emblemáticos. “Se iluminan espacios como, por ejemplo, la calle Porvera en Jerez, el edificio de los Arcos, también en Jerez; en Puerto Real, el Ayuntamiento, donde se hará la lectura del manifiesto y donde realizaremos la concentración este 8 de octubre a las 20.30 horas. También se iluminan Puertas de Tierra en Cádiz y otros espacios como en San Roque, el Espacio Joven, y suelen iluminar en Rota, en Villamartín y en distintos puntos de la provincia”, explica la presidenta de la asociación, Lucía Alcántara.Pero el décimo aniversario no será el único motivo de celebración. Este año, el próximo 11 de octubre a las 11:00 horas, tendrá lugar la entrega de los Premios Nacionales de Dislexia en el Hotel Barceló Montecastillo de Jerez de la Frontera. Estos galardones, que se celebran cada dos años, tuvieron su primera edición en el Congreso de los Diputados, donde incluso la presidenta del mismo entregó algunos premios.En esta ocasión, se contará con la presencia de figuras destacadas como Simón Pedro Barceló, presidente de Hoteles Barceló; altos cargos de la Guardia Civil tanto a nivel nacional como local; la Directora General de Participación e Inclusión Educativa de la Junta de Andalucía, Almudena García Rosado; la alcaldesa de Puerto Real, Aurora Salvador Colorado; además de representantes de la Diputación de Cádiz, la Universidad de Cádiz y el Ayuntamiento de Jerez, entre otras autoridades.A la cita también asistirán las personas e instituciones candidatas a los premios, entre ellas la chirigota Los Disléxicos, propuesta por la Asociación Dislexia Cádiz para el galardón a la difusión. Las categorías reconocidas serán Investigación, Administración, Empresa y Sensibilización.