El tribunal de la Audiencia Nacional ha dado comienzo al proceso penal contra Yassine Kanjaa, presunto autor del ataque que culminó con la muerte del sacristán de la iglesia de Nuestra Señora de la Palma, Diego Valencia, y provocó heridas en otras personas. La Fiscalía pide una condena total de 50 años de cárcel, repartidos en penas por asesinato terrorista, tentativa de asesinato terrorista y lesiones con fines terroristas.Fuentes presentes en la sesión relatan que los primeros testigos han descrito la actitud del acusado como extrañamente serena durante el ataque. Uno de ellos, un sacerdote que se encontraba en el patio de la iglesia, declaró que al producirse el ataque vio a Kanjaa moverse con total tranquilidad antes de empuñar el machete. Según su relato, en cuestión de segundos el sacristán trató de defenderse con una silla, pero fue arrastrado hacia la calle, perseguido y agredido hasta que cayó. En ese momento, el agresor le asestó golpes en el cuello y la cabeza que le resultaron mortales.Se defiende la motivación ideológicaUna vecina que presenció la escena desde la Plaza Alta narró que escuchó los gritos de auxilio y vio cómo el acusado seguía con determinación al religioso, hasta que le impactó de lleno. Añadió que, tras el golpe, el agresor se marchó caminando con aparente calma. Otra testigo, camarera de una cafetería cercana, relató que varias mujeres huyeron despavoridas y que algo llamó su atención: minutos antes del suceso, había visto a un hombre vestido con una túnica suelta, trayendo pan a las palomas en un rincón del centro urbano.La acusación pública sostiene que el ataque obedeció a una motivación ideológica. En sus escritos, el fiscal sostiene que Kanjaa eligió templos católicos como blancos simbólicos y actuó con intención de generar temor. Añade además que el acusado atravesaba un proceso de radicalización acelerado en las semanas previas, adoptando posturas severas de intolerancia religiosa. No obstante, la propia Fiscalía reconoce la existencia de indicios de un trastorno psicótico con episodios delirantes, lo que podría influir en la valoración de su responsabilidad penal.Por su parte, la defensa insiste en cuestionar la imputabilidad del acusado, basándose en informes médicos que señalan una “descompensación aguda psicótica” al momento de los hechos. Se prevé que el juicio dure varios días y que otro momento clave será la declaración del procesado, que según el procedimiento podría hacerlo en último lugar. En paralelo, las acusaciones particulares, entre ellas la Asociación Víctimas del Terrorismo, solicitan indemnizaciones económicas para la familia de la víctima y para los heridos.Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com