Colombia mantiene su posición como una de las potencias mundiales en floricultura. Según Asocolflores, el país cultiva más de 520 especies y 1.600 variedades de flores y ramas de corte en unas 10.000 hectáreas, principalmente en la Sabana de Bogotá y el Oriente antioqueño.De esta producción, el 95% se destina a exportación, con ingresos superiores a US$2.358 millones en 2024, de acuerdo con datos de ProColombia y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. En el primer semestre de 2025, las exportaciones floricultoras aumentaron un 10% frente al mismo periodo de 2024, alcanzando los US$1.400 millones, consolidando a Colombia como el segundo productor mundial de flores.(Vea: Banano, aguacate y limón impulsan el crecimiento de las exportaciones frutícolas)Blue and White Simple Daily Vlogger YouTube Banner de Redes PortafolioEntre todas las especies, la hortensia se ha posicionado como un cultivo estratégico. La Global Farmer Network (GFN) indica que representa el 16,5% del área cultivada en flores en el país, y que Antioquia concentra el 97% de su producción nacional.Su adaptabilidad a terrenos de diversa complejidad ha permitido su expansión en zonas antes no aptas para otros cultivos. Esta característica, junto con la demanda internacional, ha impulsado un cambio estructural en el sector: el paso de la productividad intensiva hacia la agricultura regenerativa.Los retos ambientales que enfrenta la floricultura trascienden fronteras.La FAO advierte que 1.660 millones de hectáreas en el mundo están degradadas y que podrían perderse hasta 16 millones de km² de tierras fértiles en los próximos 25 años, una extensión equivalente a toda Sudamérica. A esto se suma la presión sobre los recursos hídricos: la agricultura consume alrededor del 70% del agua dulce disponible y su demanda aumenta cerca del 1% anual desde hace cuatro décadas.En respuesta a estos desafíos, Colombia ha avanzado en la adopción de modelos productivos sostenibles. En 2025, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible presentó la Guía Ambiental para Cultivos de Flores y Especies Ornamentales con Enfoque de Economía Circular, que promueve prácticas como el compostaje de residuos, la captación de aguas lluvias, la fertirrigación de precisión y la reducción del uso de agroquímicos. Estas acciones se alinean con los principios de la agricultura regenerativa: restaurar suelos, conservar agua, incrementar biodiversidad y reducir emisiones.(Lea más: Productores alertan que nuevo decreto pondría fin al cultivo de algodón en Colombia)La hortensia representa el 16,5% del área cultivada en flores del país y Antioquia concentra el 97% de su producción nacional, de acuerdo con la Global Farmer Network.iStock“La agricultura regenerativa no es una técnica puntual, es una estrategia integral que combina ciencia, tradición y rentabilidad sostenible. En cultivos como la hortensia permite aprovechar suelos antes subutilizados, mejorar la fertilidad y reducir el impacto ambiental, al tiempo que garantiza empleo rural y competitividad en los mercados internacionales”, explica Néstor Muñoz, ingeniero agrónomo y representante de Colombia en la Global Farmer Network.El Oriente antioqueño, epicentro de la producción de hortensias, ha sido pionero en la implementación de prácticas regenerativas con resultados verificables. Según la GFN, el uso de bioinsumos y microorganismos benéficos ha disminuido la dependencia de agroquímicos sintéticos y mejorado la salud del suelo.El compostaje superficial de residuos vegetales ha incrementado en 9,8% la materia orgánica y reducido en 2,3% la densidad aparente del suelo en menos de un año. Además, la labranza mínima y las coberturas vivas han permitido controlar la erosión y estabilizar la temperatura del suelo, mientras que la captación de aguas lluvias y el uso de sensores de humedad han optimizado el recurso hídrico.La tecnología también ha tenido un papel relevante. El uso de sensores de clima, aplicaciones móviles para monitoreo de plagas y paneles solares en procesos de postcosecha ha permitido reducir pérdidas por estrés solar y la huella de carbono de la cadena logística. El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) respaldó este enfoque al reconocer la disposición superficial de residuos de hortensia como una práctica viable y segura.(Vea más: Colombia se perfila como principal proveedor de café de EE. UU. por aranceles)El sector floricultor genera cerca de 200.000 empleos directos e indirectos, con participación femenina del 60%, según cifras de ProColombia.iStockLa transformación no se limita al campo. Colombia es el segundo exportador mundial de flores, después de Países Bajos, y Estados Unidos continúa siendo su principal destino, concentrando el 76% de los envíos, especialmente en fechas como San Valentín. Sin embargo, los compradores internacionales ahora exigen trazabilidad ambiental, baja huella de carbono y condiciones laborales responsables. En este sentido, certificaciones como Florverde Sustainable Flowers se han convertido en herramientas clave para acceder a los mercados premium de Europa y Asia.El sector floricultor genera alrededor de 200.000 empleos directos e indirectos, con una participación femenina cercana al 60%, según ProColombia. En el caso de la hortensia, su alta demanda ha garantizado ingresos estables para miles de familias rurales del Oriente antioqueño. Este dinamismo, junto con la articulación de cadenas locales, ha fortalecido la economía regional y demostrado que la sostenibilidad puede ser un camino rentable.De acuerdo con las proyecciones de Asocolflores y ProColombia, la hortensia continuará creciendo en los mercados tradicionales y buscará expandirse hacia Asia y Medio Oriente en 2026, donde los compradores valoran especialmente las flores con certificaciones de sostenibilidad. Así, la hortensia colombiana representa hoy más que una flor de exportación: simboliza una transición productiva que combina regeneración ambiental, competitividad internacional y bienestar social en el campo colombiano.(Lea: Expansión del mercado de mascotas y ganadería impulsa nuevas inversiones tecnológicas)DIANA K. RODRÍGUEZ T. Periodista de Portafolio