Con el rostro serio, mostrando su preocupación —no sabemos si por las mujeres con fallos en sus cribados o por el futuro de su Gobierno—, comparecía casi por sorpresa Juanma Moreno este miércoles.Sin preguntas, a última hora de la tarde, en una breve alocución de apenas siete minutos. Para decir que lo siente mucho, que está con las afectadas, que se está trabajando para solucionarlo. Y que acepta la dimisión de la consejera de Salud. Una forma como otra cualquiera de anunciar que se ha forzado su caída, en un intento de atajar la peor crisis de su Gobierno en siete años. Es la peor por lo que significa, por lo que hay en juego: la vida de mujeres con cáncer. Y porque le coincide a pocos meses de una cita con las urnas.[articles:343592]Lo cierto es que la gestión de la consejera dimitida en este asunto se estudiará en las facultades de Ciencias Políticas como ejemplo de lo que no hay que hacer nunca en estos casos. Porque no hay que restar importancia a algo tan importante. Porque hay que mostrar un mínimo de empatía ante mujeres con cáncer, y no reprocharles que estén politizadas antes de escucharlas siquiera, como hizo nada más empezar la reunión con Amama la semana pasada.Porque, primero, para Rocío Hernández, eran "tres casos puntuales". Al día siguiente, la Junta reconocía que había al menos 2.000 mujeres afectadas por los retrasos en los diagnósticos. Luego aludió a "fallos en la comunicación". Y tachó de alarmistas a quienes alzaron la voz. Una ya exconsejera que reconocía que era "fría". Pero no se puede permanecer impasible ante algo tan delicado. No hay que negar los hechos, o intentar esconderlos, cuando de lo que se trata es de algo tan serio como el cáncer.[articles:343585]Nunca hasta ahora se había visto al presidente Moreno tan preocupado por una crisis. Siempre las había sorteado con mejor suerte. Desde luego, si hay un departamento que le ha dado dolores de cabeza, es la sanidad, con las listas de espera, los fallos en Atención Primaria o la investigación de presuntos abusos de la contratación de emergencia como principales preocupaciones. Por no hablar de los casos de listeriosis y las muertes provocadas por el virus del Nilo, precisamente nada más asumir Hernández el cargo de consejera.Pero este caso es distinto. Las mujeres con cáncer de mama le han mirado a la cara. Le han dicho, al presidente y a toda la sociedad, que estos fallos se vienen repitiendo desde hace años, que la Junta lo sabía, al menos, desde hace año y medio. Y que no se ha hecho nada.Ahora Moreno anuncia un plan de choque, 12 millones de euros de inversión, y la contratación de 119 radiólogos que trabajarán por las tardes, o los fines de semana. Esperando que no sea demasiado tarde. Porque en el horizonte están las elecciones andaluzas.Apenas hora y media después de la masiva concentración celebrada frente a la sede del SAS, donde se escuchó con rotundidad el "Moreno dimisión", quien dimitió fue la consejera. La pieza más débil del tablero. Hernández es la tercera consejera del Gobierno andaluz del PP. Apenas ha durado un año en el cargo. Antes estuvieron Jesús Aguirre (2019-2022) y Catalina García (2022-2024). De quien se elija para sustituir a Hernández dependerá buena parte de la suerte que corra el PP en la cita electoral. Porque la brecha abierta aún no ha cicatrizado. Ni mucho menos. [articles:343551]Aún no hay encuestas que certifiquen el daño tras esta crisis del cribado. Pero lo normal es que acuse el golpe. Está por ver si tanto como para perder el amplio colchón que tiene sobre la horquilla que marca la mayoría absoluta. Perder el Gobierno se antoja complicado, porque ahí estará Vox para apoyarlo en caso de que sea necesario —algo que Moreno quiere evitar a toda costa—. Y porque está por ver cómo concurre la izquierda, si dividida o más dividida aún.Quedan unos meses para citar a los andaluces ante las urnas. Solo Moreno y su equipo saben cuántos. Desde luego, después de esta crisis, cuanto más tarde mejor para el Gobierno andaluz. De momento no dice nada para no generar ansiedad a sus votantes. Una frase, que le dijo a las mujeres con cáncer de mama, que le perseguirá durante su carrera política.