Una ola de descontento, rebeldía y frustración ha sacudido la aparente estabilidad de Marruecos. Desde hace más de una semana, ciudades como Rabat, Casablanca, Tetuán o Tánger son el escenario de protestas callejeras de jóvenes. Las manifestaciones pacíficas derivaron durante varias noches en actos violentos. Tres jóvenes han muerto. Las protestas están lideradas por el colectivo GenZ 212. Este grupo, que toma su nombre de la llamada generación Z y del prefijo telefónico marroquí, ha puesto voz a una juventud que ha dicho “basta” a un modelo económico que le condena a la exclusión social. El 55% de los menores marroquíes de 30 años quieren emigrar.Seguir leyendo