A menos de una semana para que termine el plazo en que los accionistas del Banco Sabadell deben pronunciarse sobre la opa hostil lanzada por el BBVA, la cúpula de ambos bancos se han enzarzado en una guerra de cifras para intentar convencer al mercado de que tienen todas las cartas que ganar en la oferta. De un lado, el BBVA confía en una aceptación que supere ampliamente la condición mínima del 50%, mientras que el Sabadell duda de que incluso llegue al 30%. Esta es la nueva cifra clave, puesto que el BBVA considera que aún podrá controlar el Sabadell por encima de esa cifra, lo que le obligaría a lanzar una segunda opa en efectivo.Seguir leyendo