Menos micrófonos este miércoles por los pasillos del Senado no evitaron un Pleno bronco. El Partido Popular continúa su ofensiva contra la ministra de Igualdad, Ana Redondo , y no deja morir el caso de las incidencias en las pulseras antimaltrato . La Cámara Alta reprobará este miércoles a Redondo, a petición del líder de la oposición, después de la desaprobación que ya sacaron adelante en el Congreso la semana pasada con los votos a favor de Vox y la abstención de ERC, Junts y PNV, que rompieron de esta forma el bloque de apoyos de la investidura al Gobierno de Pedro Sánchez . Redondo ha comparecido en el Senado requerida por los populares para explicar una vez más los fallos en las pulseras de geolocalización de víctimas y victimarios del sistema Cometa. El PP ha aprovechado su mayoría absoluta en la Cámara territorial para enfrentar a Redondo a la polémica y a las incongruencias de su departamento, y pedir su cese o dimisión. «No les va a quedar ningún ministro por reprobar, es tercera vez que viene este tema al Senado», ha apostillado Carla Antonelli , de Más Madrid, por la presión incesante del PP sobre la titular de Igualdad. Mientras, Igualdad ha pasado de decir que no hubo desprotección a las víctimas y que se trataron de «problemas puntuales» a admitir esta semana que la existencia de sentencias absolutorias producidas como consecuencia de lo errores en estos dispositivos. La senadora del PP María Emma Buj Sánchez reclamó una auditoria independiente y no una investigación realizada por el propio ministerio de Igualdad, como anunció esta semana Redondo, cuando volvió a disculparse por el «ruido» generado. «Resultó bochornoso ver a la ministra pedir perdón a las víctimas por el ruido generado, disculpas debería pedir por haberlas tenido desprotegidas, por la pérdida de datos que eran cruciales para la protección de las mujeres, por los sobreseimientos y absoluciones derivados de su negligencia, esos que hasta la semana pasada no existían y que hoy admiten», ha reprochado Buj. El ministerio explicó que se perdieron datos relativos a quebrantamientos de órdenes de alejamiento de forma «temporal» durante el trasvase de información de una empresa adjudicataria a otra durante el cambio de contrato. Información muy relevante que debía ser conocida por los juzgados para las decisiones en los procesos judiciales de violencia de género y sexual. La Delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza , insistió en la Cámara Baja en que se resolvió con agilidad. Pero Redondo ya ha dicho que están a la espera de conocer cuántos maltratadores absueltos se debieron a la pérdida de estos datos. Además, Igualdad sigue pasando de puntillas por el resto de errores técnicos comunicados por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), como manipulaciones de las propias pulseras, inexactitud en los rastreos, problemas de batería y otros fallos técnicos detectados por jueces, fiscales y técnicos. Redondo ha dicho ya que no piensa dimitir y cuenta además con todo el apoyo del presidente del Gobierno. PNV, BNG, Más Madrid y Junts reprochan al PP utilizar la violencia contra las mujeres con «fines partidistas» y «electoralistas». Eso sí, todos exigen más transparencia y «respuestas» a la ministra Redondo, y cargan contra la gestión fallida de la pulseras y las «excusas» de Igualdad, pero, subrayan los aliados del PSOE, no quieren participar del «alarmismo» del PP y les piden mayor «rigor». Por su parte, desde UPN, María del Mar Caballero ha denunciado que es «evidente» que Redondo conocía los errores de las pulseras y los «tapó». Y asegura que han perdido la confianza en ella y que el feminismo del Gobierno «hace aguas». Desde Vox, Paloma Gómez ha dicho que el departamento «no protege a ninguna mujer» y que el «escándalo» no es un accidente, sino: «un síntoma de un ministerio hinchado e ideologizado donde prima la forma sobre el fondo».