Tulum: de paraíso a infierno

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Tulum, ese rincón del Caribe mexicano que hace apenas una década era sinónimo de exclusividad, playas turquesa y espiritualidad, atraviesa su peor momento en años.Este verano registró apenas un 30% de ocupación hotelera, la más baja en una década según cifras de Yucatán Magazine. Los viajes cayeron 15%, y los hoteles de lujo reportaron pérdidas de hasta 35%. Incluso aerolíneas como United, JetBlue y Air Canada redujeron vuelos al nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto, inaugurado en 2024 para impulsar el turismo.No es casualidad. Las causas son múltiples y acumuladas: sargazo récord, precios desorbitados, violencia y restricciones para acceder a playas que deberían ser públicas.INSEGURIDADTulum llegó a tener la tasa más alta de homicidios dolosos de Quintana Roo, y fue segundo lugar en narcomenudeo. En marzo pasado, el secretario de Seguridad municipal, José Roberto Rodríguez, fue asesinado a balazos durante un operativo, confirmando que la violencia ya alcanzó al propio gobierno.La delincuencia ligada al crimen organizado, sumada a extorsiones y sobornos policiales, ha deteriorado la experiencia del visitante. En octubre de 2025, turistas estadounidenses denunciaron que policías locales los extorsionaron con 20 mil pesos en un retén. Casos así, difundidos en redes, dañan gravemente la imagen del destino.La propia embajada de Estados Unidos ha emitido alertas de viaje para Quintana Roo. Y aunque el gobierno estatal ha lanzado operativos como Blindaje Tulum, la percepción de inseguridad persiste.EXCLUSIÓN LOCALEl auge turístico trajo consigo una especulación inmobiliaria sin control. Durante la pandemia, Tulum vendía más de mil viviendas por trimestre, muchas de lujo. Hoy, ese frenesí dejó más de 400 desarrollos activos en la selva, daños ambientales graves y una ciudad donde los locales ya no pueden pagar una renta.De acuerdo con Obras Expansión, el precio promedio de una casa pasó de 4.5 a 6.2 millones de pesos entre 2020 y 2024, mientras las ventas cayeron 35%. El resultado: sobreoferta, fraudes inmobiliarios y miles de viviendas vacías.Al mismo tiempo, el costo de vida se disparó. Una noche de hotel puede costar 9 mil pesos; una simple bebida, 200. En redes, turistas repiten el mismo mensaje: “Tulum ya no es para todos”.EL DESENCANTO TURÍSTICOLa decepción también se refleja en las calles. Hoy hay quienes dicen que Tulum ya está “muerto” para el turismo nacional. En redes sociales circulan videos de hoteles vacíos, beach clubs desolados y restaurantes donde sólo se escucha el eco. Lo que alguna vez fue el corazón del Caribe se asemeja ahora a un pueblo fantasma.A esto se suma el control militar sobre zonas clave. Para ingresar al Parque Nacional del Jaguar, que administra la Sedena, hay que pagar entre 195 y 295 pesos, además de cuotas adicionales. En general, pasó de símbolo de acceso libre a un negocio controlado y caro.JOYA EN RIESGOTulum fue una joya del turismo mexicano, pero hoy esa joya luce empañada por la inseguridad, la especulación y el abandono.El Tren Maya, el nuevo aeropuerto y los hoteles de la Sedena fueron pensados para impulsarlo, pero sin seguridad, regulación ni equilibrio ambiental, esa inversión es un espejismo.Tulum debe ser una advertencia para otros puntos turísticos del país. Si un paraíso se llena de abusos y avaricia, se multiplicarán los infiernos.EL DATO INCÓMODOAlicia Bárcena reconoció ante diputados los daños ambientales del Tren Maya: tala de millones de árboles, afectación a cuevas y cenotes. Prometió ante diputados “regularizar” el proyecto. Falta explicar quién pagará el costo ambiental y cuándo.The post Tulum: de paraíso a infierno first appeared on Ovaciones.