Airbus y Toshiba han probado un motor superconductor de 2 megavatios, diseñado para funcionar con hidrógeno líquido. El prototipo pesa una décima parte que los motores actuales y ofrece una eficiencia inédita. Su combinación de ligereza, potencia y cero emisiones podría redefinir la forma en que volamos en la próxima década.