Por primera vez en meses, Mohammed Hamdan Abu Shahab, de 40 años, se sentó el jueves con sus amigos para charlar y jugar al dominó, el juego de mesa que más le gusta. Ese simple gesto —sentarse a una mesa en la playa, en una zona considerada relativamente segura— era algo que había temido hacer durante los dos años que ha durado la guerra en Gaza. Abu Shahab sonrió al hablar de su inmensa alegría tras conocer el anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de que Israel y Hamás habían firmado un acuerdo para alcanzar un alto el fuego. “El mayor logro es detener la matanza”, dice. “En los últimos días, temíamos irnos a dormir por la noche y no despertarnos por la mañana”.Seguir leyendo