«Era un hombre encantador, siempre dispuesto a ayudar y muy mediterráneo, constantemente de buen humor», describe la funcionaria de la Comisión Europea que terminó denunciando al espía húngaro. No tenía motivos para dudar de él , puesto que trabajaba en la oficina de representación húngara en Bruselas, como consta en su contrato y acreditación del Departamento de Política de Cohesión durante 2015 hasta 2017. Sin embargo, se trataba en realidad de un agente del servicio de inteligencia exterior húngaro Információs Hivatal (IH). Coincidía con ella o la invitaba expresamente a cafés o comidas en las que l a conversación derivaba hacia asuntos laborales y, en más de una ocasión, ella aclaró que prefería no seguir hablando del tema por motivos... Ver Más