La Audiencia Provincial de Cádiz en Algeciras ha reanudado este martes el juicio por la muerte de seis marineros en el naufragio del pesquero Rúa Mar, ocurrido en enero de 2020, un suceso que la Audiencia Nacional investigó por su presunta vinculación con una red de tráfico de hachís en el Estrecho de Gibraltar.En esta nueva sesión, el tribunal ha centrado los interrogatorios en las escuchas telefónicas practicadas durante la investigación, que apuntan a una trama organizada encabezada, según la Fiscalía, por el armador del barco, P.S.M., principal acusado, que presuntamente usaba varios pesqueros para transportar alijos de droga desde las costas de Marruecos.Las escuchas que comprometen al armadorDurante la vista, la Audiencia ha reproducido varias grabaciones del año 2019, en las que se escucha al tío del armador, A.M. —uno de los fallecidos en el naufragio—, decir frases como: “Lo de eso hay que sellarlo entero o abrirlo entero” y “como nos están cerrando una puerta, habrá que abrir otra”.Las conversaciones, según los investigadores, apuntan a movimientos sospechosos relacionados con el transporte de hachís. En otra de las grabaciones, fechada el 23 de mayo de 2019, el armador recibe una llamada de un asesor que le alerta de que el banco le exige justificar movimientos de grandes cantidades de dinero.El instructor de la Udyco Central que dirigió la investigación señaló que P.S.M. mantenía un nivel de vida elevado, con gastos no declarados y una actividad económica que no se correspondía con sus ingresos como empresario pesquero.Las llamadas durante la noche de la tragediaEl momento clave del juicio ha llegado con la reproducción de las conversaciones telefónicas mantenidas la noche del naufragio. En una de ellas, el armador atiende una llamada desde el barco de uno de sus tíos. En la transcripción, se escucha a P.S.M. preguntar: “¿Se ha podido guardar todo?”, “¿Para remolcarte?”, “¿A cuánto estás tú de aquí?”, concluyendo con un “ahora te llamo”.Poco después, en una conversación interceptada en su vehículo, el acusado comenta con su pareja —también procesada— que “se ha averiado el embrague”.Ella responde: “¿Dónde están? Pues que vayan y los recojan. Que lo tiren. Cuando las cosas salen mal, salen mal”.Según los investigadores, en ese momento Salvamento Marítimo ya había detectado la señal de la radiobaliza del pesquero, lo que indicaba que el barco había entrado en contacto con el mar.Entre las 2:00 y las 5:00 de la madrugada, Salvamento intentó contactar hasta cinco veces con el armador, sin éxito. Finalmente, a las 5:00 horas, los operativos le comunicaron que solo habían localizado la radiobaliza del Rúa Mar.Cuando se le preguntó por qué la “caja azul” del buque dejó de emitir posición a la 1:00, el acusado respondió que “se habría hundido”.Acusaciones y penas solicitadasLa Fiscalía mantiene para el armador penas que suman hasta 114 años de prisión, además de multas millonarias, por delitos de tráfico de drogas, homicidio imprudente y pertenencia a organización criminal.En total, seis personas están acusadas, aunque uno de los procesados permanece en rebeldía, al estar en paradero desconocido. El tribunal prevé escuchar en los próximos días las conclusiones de las partes antes de que la Fiscalía eleve a definitiva su calificación.