Alberto González Amador aseguró ante el juez Hurtado que él nunca autorizó a su abogado a aceptar una pena de cárcel en su nombre y explicó que su objetivo desde el principio fue que su caso de fraude fiscal no afectara a Isabel Díaz AyusoMiguel Ángel Rodríguez confesó su bulo en el Supremo: "No es información, pero tengo el pelo blanco" El empresario Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, protagonizó una testifical en el Tribunal Supremo que abrió varios puntos oscuros en el relato que mantiene desde hace más de un año: aseguró que nunca autorizó a que su abogado reconociera su fraude fiscal en su nombre, que sí dio permiso a Miguel Ángel Rodríguez para difundir correos confidenciales del caso entre la prensa y, finalmente, que su único objetivo era que su pareja, la presidenta de la Comunidad de Madrid, no se viera salpicada por el caso. “Yo le decía que no quería exponerme ni que hubiera ruido mediático y lo más importante, que esto no le salpicara a ella, porque yo seguía con mi teoría de que era mucha casualidad todo lo que me estaba ocurriendo”, explicó González Amador ante el juez, exponiendo una “teoría” ampliamente desmentida: que sus problemas legales y fiscales venían por ser pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, cuando ni en Hacienda ni en la Fiscalía supieron quién era hasta que fue denunciado en el juzgado. El empresario también reveló que Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete y mano derecha de Ayuso, estuvo puntualmente informado de su caso desde la apertura de la inspección del fisco en 2022. “Había estado informando a Miguel Ángel Rodríguez de lo ocurrido”, relató. Y en la mañana del 12 de marzo, poco después de que elDiario.es contase el caso en exclusiva, incluso le reveló un email confidencial del fiscal Julián Salto. “Haz lo que consideres, yo le dije que sí”, relató cuando, un día y medio más tarde, le dio autorización para difundirlo entre la prensa. La pareja de Ayuso también causó sorpresa en la sala cuando relató que él nunca autorizó a que Carlos Neira aceptara en su nombre ocho meses de prisión por dos delitos fiscales. “Jamás, jamás me preguntó el señor Neira, no me consultaron”, llegó a decir. También explicó varias veces cómo le había afectado la filtración: “Desde el punto de vista personal ha sido un destrozo”.