Sorber por un pequeño tubo un líquido es una experiencia aprendida desde la etapa infantil, llegando a ser muy sonoro en caso de gran disfrute. Basado en las diferencias de presión provocado por el interior de la boca y el sellado de los labios, es la atmosférica crucial, siendo dificultoso de realizar a grandes alturas.La legislación europea ya prohíbe las fabricadas de plástico de un solo uso, por el gran impacto ambiental que provocan, especialmente en el mundo acuático. Las alternativas de bambú, acero inoxidable e incluso de cristal, reutilizables empiezan a generalizarse en la restauración, sin embargo no tanto en domicilios y comedores escolares. De papel también se implementan por su uso y degradabilidad, existiendo incluso comestibles hechas de arroz o trigo ecológicos, una opción de residuo cero, una línea novedosa a promover.Un pequeño limpiatubos impregnado en detergente lavavajillas se introduce por el orificio, eliminando cualquier resto biológico, saneando para su nuevo uso.Ver una playa con pajitas de plástico a día de hoy, arrastradas por los ríos que la surten de arenas y de contaminantes de origen humano, olvidadas por usuarios al igual que maquinillas de afeitar, con el riesgo físico que provocan sus oxidadas cuchillas, es una prueba de incivismo.La venta comercial de estos tubitos de plástico no reusables es inaceptable, además de ilegal. No obstante la mejor decisión está en nuestra elección, para tener un mundo mejor y más sostenible.