Fonseca, la figura que emergió entre emociones

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FRESNILLO.- Fue una tarde larga en Fresnillo, con el atractivo de la feria, el rito de una alternativa y la expectativa en torno a Isaac Fonseca, llamado a ser la figura de esta generación. Sin embargo, la corrida careció de ritmo y equilibrio; la duración y la condición de los toros terminaron pesando más de lo deseado.TE PUEDE INTERESAR: Sergio Ramos se estrena en la música con “Cibeles”: ¿Indirecta a Florentino Pérez?El festejo lo abrió el rejoneador Emilio Cano con “Vive Libre”, de Torrecilla. El toro careció de empuje y transmisión, lo que obligó al caballista a sostener la faena con su oficio. Cano se rodó con torería, paró con solvencia y clavó dos rejones de castigo que fueron correctos, sin mayor espectacularidad. Lo más destacado llegó en pasajes ajustados, toreando al estribo, y en banderillas a dos manos, donde se notó su dominio del terreno. Mató de buena manera y el público pidió una oreja que le fue concedida.El segundo de la tarde fue “Don Juan”, también de Torrecilla, y marcó la alternativa del fresnillense Juan Francisco Martínez Saenz “El Papo”. El acto fue emotivo, con Isaac Fonseca como padrino, y la plaza se volcó con su torero local en una fecha significativa para la ciudad. “El Papo” intentó gustarse con el capote y en la muleta buscó variedad para conectar con el tendido, pero se trató de una labor sin redondez. La ilusión terminó de golpe cuando, al entrar a matar, fue prendido con violencia y sufrió una fuerte voltereta. El dramatismo se impuso. Fue necesario su traslado a la enfermería, y el toro lo mató Fonseca tras escuchar dos avisos. El parte médico fue tranquilizador: no hubo cornada, solo golpes tratados con desinflamatorios y analgésicos. El Papo cumplió el sueño de tomar la alternativa, aunque en circunstancias que nadie hubiera deseado.El tercero fue “José Esteban”, otro de Torrecilla, para Isaac Fonseca. El michoacano, que ya venía cargado con la responsabilidad de sostener la tarde, se mostró dispuesto desde el inicio. El toro fue bravo, exigente y repetitivo, y obligó a Fonseca a poner mando. La faena fue de menos a más, y por el lado derecho logró ligar muletazos con poder y autoridad. Fue un trasteo serio, con temple, aunque falló a la primera con la espada. Al segundo intento lo pasaportó y cortó una oreja.Cano regresó con “Gambusino”, también de Torrecilla. El toro resultó aún más ingrato: reservón, falto de entrega y con tendencia a defenderse. El rejoneador, sin embargo, no se amilanó. Con paciencia y mucha exposición trató de provocar la embestida, y en ese esfuerzo dejó momentos aislados de interés. Destacó con las banderillas al violín, de buena ejecución, y con las elevadas que siempre levantan al público. Cerró con un carrusel ajustado, pero falló con el rejón de muerte. El público, consciente del esfuerzo, pidió la vuelta al ruedo que dio entre aplausos de reconocimiento.El quinto fue “Platero”, de José Julián Llaguno, para Isaac Fonseca. Aquí llegó el momento cumbre de la corrida. Desde el saludo capotero el torero mostró determinación, y antes de iniciar la faena brindó al ganadero zacatecano Sergio Bonilla, gesto que no pasó desapercibido. Se puso de rodillas para comenzar la faena de muleta, apostando fuerte desde el inicio. El toro resultó más potable por el lado derecho, mientras que por el izquierdo se quedaba muy corto, pero Fonseca no se inmutó. Plantó cara, insistió y fue extrayendo muletazos con mando y exposición. La faena fue creciendo en intensidad, y en los finales volvió a ponerse de rodillas para torear entre el fervor del público. La espada entró certera y cortó dos orejas, lo que lo dejó como triunfador indiscutible de la tarde.Cerró plaza El Papo, que regresó tras la voltereta para cumplir con el protocolo de su alternativa. Le correspondió otro toro de Torrecilla. Buscó lucirse con el capote, pero en la muleta apenas pudo hilvanar muletazos aislados. Fue más voluntad que resultado, y el público lo despidió con palmas de reconocimiento, entendiendo que la tarde ya estaba marcada para él por aquel percance inicial.El balance de la corrida es claro. Fue un festejo extenso, con altibajos y con toros que en general no terminaron de empujar hacia arriba. Emilio Cano mostró solvencia, pero no redondeó ninguna de sus actuaciones. El Papo vivió una alternativa amarga y difícil, con un susto que marcó el rumbo de su tarde. Y Fonseca, en contraste con el tono gris general, se erigió como el gran protagonista. Tres orejas, con autoridad en sus dos toros.FOTOS: MANOLO BRIONESThe post Fonseca, la figura que emergió entre emociones first appeared on Ovaciones.