ChatGPT está moldeando nuestro lenguaje: por qué importa más de lo que parece

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Las palabras tienen una manera curiosa de colarse en nuestras conversaciones sin que nos demos cuenta. Como cuando alguien empieza a decir «garner» en lugar de «conseguir», o describe algo como «meticuloso» en vez de «cuidadoso». Lo interesante es que no siempre sabemos de dónde vienen esas palabras nuevas que adoptamos. Pero según una investigación reciente de la Universidad Estatal de Florida, buena parte de estas incorporaciones tienen un origen bastante inesperado: ChatGPT.Lo que revela la investigaciónEl estudio, elaborado por los departamentos de Lenguas Modernas, Ciencias de la Computación y Matemáticas de la universidad, analizó 22,1 millones de palabras provenientes de podcasts de ciencia y tecnología. El objetivo era identificar si ciertas palabras habían ganado terreno en el lenguaje hablado tras la popularización de este modelo de inteligencia artificial. La respuesta fue sí.Palabras como «delve» (profundizar), «surpass» (superar), «boast» (presumir), «strategically» (estratégicamente) o «multifaceted» (multifacético), todas comunes en las respuestas de ChatGPT, comenzaron a aparecer con mayor frecuencia en el habla humana. Esto es llamativo porque muchas de ellas son términos más propios de contextos formales o académicos, y su uso en conversaciones informales era muy limitado antes.Lo más destacable es que este cambio no parece tener una causa alternativa clara, como suele ocurrir con otros casos. Por ejemplo, el aumento del uso de la palabra «Ómicron» tuvo una razón evidente: fue el nombre asignado a una variante del COVID-19. En el caso de estas palabras, el único denominador común es su alta presencia en la producción verbal de ChatGPT.Influencia bidireccional, pero con desequilibrioLa IA aprende de nosotros, eso es innegable. Modelos como ChatGPT se entrenan con millones de textos escritos por humanos, por lo tanto, su lenguaje nace de nuestros usos y estilos. Pero cuando una herramienta con tanta penetración empieza a devolvernos una versión concentrada y estilizada de ese lenguaje, puede influir en la dirección contraria.Lo que plantea este estudio es que ahora la balanza se está inclinando. Si antes los humanos daban forma al lenguaje que las IA imitaban, ahora las IA están devolviéndonos ese lenguaje refinado y estándar, y nosotros, sin notarlo, lo estamos asimilando.Por qué debería importarnosEste fenómeno va más allá de la simple cuestión lingüística. El lenguaje que usamos también moldea la forma en que pensamos, razonamos y nos relacionamos con los demás. Si una herramienta como ChatGPT empieza a definir qué palabras usamos y cómo las usamos, podría tener un impacto más profundo en la forma en que comprendemos el mundo.Por ejemplo, si las palabras que nos propone tienden a ser más neutras, diplomáticas o formales, podríamos perder parte de la riqueza emocional o creativa del lenguaje cotidiano. O podría pasar que determinadas formas de expresión se vuelvan norma, desplazando a otras que tienen una carga cultural o regional más marcada.Más allá del vocabulario: ¿cómo podría cambiar el significado?La preocupación no es solo cuáles palabras usamos, sino también qué significan para nosotros. Si repetimos términos como «estratégico» o «multifacético» porque los vemos una y otra vez en respuestas de IA, podría cambiar nuestra percepción sobre lo que consideramos valioso o correcto en el discurso.El estudio sugiere que, a medida que estas palabras ganan tracción, podrían llegar a moldear nuestras ideas sobre temas sociales, morales o políticos. Es decir, si el lenguaje de la IA domina el debate, podría acotar los marcos de referencia que usamos para interpretar la realidad.El peligro de una voz dominanteUna de las reflexiones más críticas del estudio tiene que ver con la homogeneidad. Las IAs tienden a ofrecer respuestas estructuradas, moderadas, e incluso impersonales. Si estas respuestas comienzan a definir el estilo comunicativo estándar, corremos el riesgo de perder la diversidad expresiva que enriquece el lenguaje humano.Es como si todos empezáramos a vestir igual porque una máquina nos dijera cuál es el atuendo más “eficiente” o “elegante”. Podría parecer práctico, pero también nos despojaría de parte de nuestra identidad.La importancia de usar con concienciaNo se trata de dejar de usar ChatGPT, ni mucho menos. La IA puede ser una herramienta poderosa para escribir, investigar, aprender o incluso practicar idiomas. Pero como toda herramienta influyente, requiere un uso consciente.Los investigadores de Florida State University insisten en que debemos comprender a fondo sus límites, sus sesgos y su impacto potencial. Si nos acostumbramos a usarla como fuente principal de información o de expresión sin pensar críticamente en lo que nos devuelve, podríamos acabar adoptando ideas o estilos que no son nuestros.La frontera entre influencia y dependenciaLa clave está en encontrar un equilibrio. Que el lenguaje que usamos no se convierta en un eco de lo que una IA nos sugiere, sino en una elección activa y consciente. ChatGPT no debe ser quien dicte qué palabras decimos, sino una fuente más en un ecosistema lingüístico rico y variado.Como ocurre con cualquier moda, está bien probar, experimentar, incluso dejarse llevar un poco. Pero también hay que saber cuándo es momento de frenar y preguntarse: ¿esto lo diría yo, o lo está diciendo ChatGPT por mí?La noticia ChatGPT está moldeando nuestro lenguaje: por qué importa más de lo que parece fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.