Un operativo especial de la Policía Nacional ha conseguido desmantelar, aunque sea temporalmente, a una 'crew' (grupo, en el argot) de grafiteros de los más violentos que se conocen. Son un total de 19 detenidos, venidos desde diferentes provincias españolas e incluso alguno de Francia, expresamente para vandalizar vagones del Metro de Madrid . De todos, diez contaban, además, con antecedentes policiales por daños, resistencia, desobediencia, atentado a agentes de la autoridad, delitos contra la seguridad del tráfico, asociación ilícita, desórdenes públicos... Uno de ellos, asimismo, estaba encartado por malos tratos y agresión sexuales por hechos recientes. Se trata de un peruano afincado en la capital, el único extranjero, junto al galo, de los apresados. Los investigadores de la Brigada Móvil de la Jefatura Superior de Policía de Madrid tenían constancia de que grupos de esta índole se preparaban para cometer algún ataque. «Sabemos que Halloween es una fecha en la que, aprovechando que va mucha gente disfrazada, suelen actuar. Ha ocurrido en años anteriores», recuerdan fuentes del caso a ABC. Señalan, por ejemplo, los sucesos de esa misma época del año, en 2018, acaecidos en la estación de Las Rosas. Ya entonces, el juez decretó una orden de alejamiento de esa parada sobre el único arrestado, un paquistaní de 20 años que pintarrajeó 700 metros de vagones situados en el saco de trenes de la terminal. Aquella vez fueron medio centenar de individuos los que cometieron el 'atraco', que es como conocen estas acciones en el mundillo del espray. Además, dos policías resultaron intoxicados, al ser rociados con pintura en polvo. Para evitar ese tipo de episodios, la Brigada Móvil estableció el fin de semana de Halloween un operativo especial, bautizado operación Monstruos. Y no falló. Porque la noche del 31 de octubre, viernes, observaron la entrada de una veintena de personas a la estación de Bambú. Por las cámaras, vieron cómo se dirigían al andén 2 de la línea 1 del suburbano. Iban con máscaras de monstruos, fantasmas, Drácula y demás personajes del mundo del terror; algo que, teniendo en cuenta la de gente que iba disfrazada esa noche, debían ayudarles a pasar desapercibidos. Cuando llegaron al andén, se distribuyeron de la siguiente manera: unos se colocaron en plena vía, para impedir que el convoy siguiera su marcha; otros comenzaron a pintar los trenes (cinco de los seis coches), hasta el punto de que unos dibujaban los contornos y otros los rellenaban de colores, para ir más rápidos; y un tercer grupo se dedicaba a grabar la 'hazaña' con cámaras de vídeo GoPro, que son semiprofesionales. Las fuentes consultadas apuntan a que se trata de un tipo de reto, por llamarlo de alguna manera, que se hace entre 'crews' y que los grafiteros denominan 'Getting up!', algo así como 'hacerse notar', 'dejar impronta', en este ecosistema delictivo. «Cuanto más visible, arriesgada y espectacular es la acción, más valor tiene» , señalan. No es lo mismo vandalizar un tren en cocheras que, como en este caso, ponerse delante y desafiar al maquinistas con su propio cuerpo para que no se atreva a arrancar. O actuar delante de tanto público, con vigilantes cerca y pasajeros dentro del Metro y esperando en el andén. Sabían, probablemente, que se la jugaban, que la Policía no tardaría en llegar, y así fue. Al estar preparados, los agentes de la Brigada Móvil acudieron rápidamente y cazaron a los delincuentes, aunque no sin esfuerzo. «Fueron muy violentos, se opusieron de manera muy activa a las detenciones», indican las mismas fuentes. Finalmente, fueron arrestadas 19 personas, acusadas de daños, desórdenes públicos y desobediencia. Asimismo, los funcionarios se han incautado de distintas tarjetas micro SD, cámaras GoPro, aerosoles... Los investigadores del grupo de la Brigada Móvil sospechan que la idea inicial de los encartados era seguir cometiendo fechorías durante toda la madrugada.