Siempre se dice que las orejas y la nariz crecen con los años. Lo mismo pasa con la papada, la piel de los brazos, los testículos o los pechos. Lo cierto es que no aumentan de tamaño, sino que se descuelgan: la piel y los tejidos se vuelven más laxos y, como consecuencia, todo parece más grande. Pero en nuestro cuerpo (más específicamente, en el de prácticamente todos los hombres), sí hay una estructura que de verdad crece con la edad y a la que hay que prestar mucha atención: la próstata.Seguir leyendo....