Entrar en las oficinas barcelonesas de la desarrolladora de videojuegos King (compañía detrás de juegos de móvil como Candy Crush, Bubble Witch o Farm Heroes) es como entrar en un sueño lleno de nubes de azúcar y caramelos gigantes. “Abrimos la sede de Barcelona en 2012, y yo entré en la compañía un año después”, recuerda Todd Green, presidente de la desarrolladora de videojuegos desde mayo. “He pasado mucho tiempo aquí, es una localización genial, con muchos equipos muy transversales”, señala Green (Saint Albans, Reino Unido, 42 años). La oficina catalana, la segunda más grande de King tras la de Estocolmo, ha sido durante años un pilar creativo de la compañía: desde allí se han diseñado niveles, interfaces y hoy se trabaja en nuevos títulos aún por anunciar. King, fundada hace más de dos décadas, fue uno de los grandes nombres del auge de los videojuegos para móvil y su joya, Candy Crush Saga, ha superado los 5.000 millones de descargas y generado más de 20.000 millones de euros en ingresos.Seguir leyendo