En el grupo Acciona, situado en el epicentro del escándalo por el supuesto pago de mordidas a altos cargos del PSOE a cambio de obras públicas, cunde ya la sospecha de que puede haber varios garbanzos negros en sus filas. La empresa ha pasado de despedir a un alto directivo como era el responsable del negocio de Construcción en España, Justo Vicente Pelegrini, por falta de celo en la vigilancia de un socio constructor como fue Servinabar 2000, a buscar si hay gente implicada en el caso Cerdán, que deriva ya en trama del 2%. Se indaga ahora con mayor detalle si se eludieron, y de qué modo, los controles y sistemas de cumplimiento internos en la contratación de proyectos que han sido objeto de investigación por parte de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO).Seguir leyendo