La primera ministra de Japón desata la polémica reuniendo a su equipo de madrugada en un país azotado por las muertes por exceso de trabajo

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La llegada de Sanae Takaichi al cargo de primera ministra de Japón fue noticia por tratarse de la primera mujer en la historia del país en ocupar dicho puesto. Sin embargo, ahora copa titulares por otra razón: la polémica que desató tras convocar a su equipo de colaboradores a una reunión a las 3 de la madrugada, apenas unas semanas después de asumir el poder.En un país marcado por los trágicos casos de karoshi —la muerte por exceso de trabajo—, el gesto de la mandataria ha reabierto un amargo debate en torno a la productividad y el bienestar laboral.La sesión se produjo con el propósito de preparar respuestas para un comité presupuestario que se celebraría horas más tarde, a las 9 de la mañana. Según Takaichi, su fax —todavía una herramienta muy utilizada en la burocracia nipona— se había atascado, por lo que decidió trasladarse personalmente a la residencia oficial para revisar documentos junto a sus asistentes. La reunión se extendió durante unas tres horas.Un país sensible al agotamiento laboralComo decíamos, el problema no reside tanto en lo intempestivo de la hora como en el contexto social en el que se produjo. Japón se encuentra desde hace años inmerso en una lucha contra las largas jornadas laborales y el deterioro de la salud física y mental de sus trabajadores.Los casos de karoshi (muertes por exceso de trabajo) han ocupado titulares internacionales y motivado reformas para limitar las horas extraordinarias, particularmente tras la muerte de Matsuri Takahashi, una joven empleada de Dentsu que se suicidó en 2016 tras registrar más de 100 horas extra en un solo mes. En Genbeta Decir adiós a los disquetes en 2024 es la última medida aprobada por Japón para modernizar su burocracia. Y no sin polémica, ojo Este tipo de actuaciones no hace sino avivar el temor —ya presente entre trabajadores, sindicatos y expertos— de que el nuevo gobierno adopte una línea más dura respecto al tiempo de trabajo, en un país ya fatigado por décadas de presión laboral constante.Así, este episodio generó críticas inmediatas tanto de la oposición como de la opinión pública. Yoshihiko Noda, ex primer ministro, describió la decisión como "una locura" e insistió en que, aunque la líder quisiera trabajar hasta altas horas de la noche, no debía arrastrar a sus colaboradores:"Todo el mundo está en la cama a esa hora del día".La diputada Midori Matsushima, del oficialista Partido Liberal Democrático, afirmó, sin embargo, que incluso una "adicta al trabajo" como Takaichi no elegiría trabajar a esas horas si no fuera necesario.La cultura política y el mensaje del sacrificioLa reunión nocturna no fue un hecho aislado, sino algo totalmente coherente con la imagen pública que Takaichi ha cultivado durante años: la de una dirigente incansable, casi ascética, que presume de sobrevivir con apenas dos a cuatro horas de sueño al día. La propia mandataria lo admitió ante el Parlamento, señalando incluso las ojeras como prueba de su escaso descanso. "Probablemente sea malo para mi piel", bromeó.La mandataria no oculta su rechazo al concepto de equilibrio entre vida personal y laboral. Durante su campaña para liderar el Partido Liberal Democrático —que luego la llevó al cargo de primera ministra—, prometió dejar de lado el equilibrio entre vida personal y laboral, y optar, en cambio, por "trabajar, trabajar, trabajar, trabajar y trabajar". En Genbeta La solución de Japón a su grave crisis de natalidad: leyes para trabajar menos. Tener hijos es imposible estando siempre en la oficina Sus palabras fueron recibidas con preocupación por las familias de víctimas de karoshi, para quienes este tipo de retórica perpetúa el ciclo de autoexigencia extrema que tantos japoneses sufren.Mal ejemplo, ¿peores alternativas?La ambición laboral de Takaichi no es solo 'de boquilla', puesto que desde que asumió la jefatura del Gobierno, su agenda ha sido frenética: participación en una cumbre de la ASEAN en Malasia, encuentros con Donald Trump y Xi Jinping en el marco de diversas reuniones internacionales, y tensiones crecientes con China por sus declaraciones sobre un posible papel militar japonés en un conflicto en el Estrecho de Taiwán.En medio de estas actividades diplomáticas de alto nivel, la líder ha confesado que es prácticamente imposible relajarse.Muchos temen que su estilo de liderazgo precipite un efecto cascada en la Administración pública y en las empresas japonesas, donde los superiores suelen servir como modelo —y medida— de compromiso profesional. Al promover activamente la productividad extrema, Takaichi podría reforzar la idea de que el sacrificio personal es un requisito para el éxito laboral, precisamente ahora cuando Japón intenta orientar su cultura del trabajo hacia prácticas más saludables.El Gobierno, de hecho, estudia actualmente relajar los límites de horas extraordinarias, un proyecto que la primera ministra apoya argumentando que muchos trabajadores dependen de ese ingreso adicional, y que teme que la reducción del pago de horas extra empuje a la población a buscar segundos empleos aún más dañinos.Imagen | Marcos Merino mediante IAEn Genbeta | Miles de trabajadores japoneses son incapaces de dejar sus trabajos. Así que contratan a empresas que lo hacen por ellos (function() { window._JS_MODULES = window._JS_MODULES || {}; var headElement = document.getElementsByTagName('head')[0]; if (_JS_MODULES.instagram) { var instagramScript = document.createElement('script'); instagramScript.src = 'https://platform.instagram.com/en_US/embeds.js'; instagramScript.async = true; instagramScript.defer = true; headElement.appendChild(instagramScript); } })(); - La noticia La primera ministra de Japón desata la polémica reuniendo a su equipo de madrugada en un país azotado por las muertes por exceso de trabajo fue publicada originalmente en Genbeta por Marcos Merino .