Nombrar a la persona, preguntarle primero a ella (no a su acompañante) o evitar expresiones como "es normal a su edad" cuando un mayor explica al médico las dolencias que tiene. Son la base de "una consulta libre de prejuicios" centrada en las "personas diversas, plurales y longevas", donde la edad no limite los derechos ni las oportunidades de salud. Es la manera de combatir el edadismo en los centros de salud. Así se ha expuesto en el Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), celebrado recientemente en Madrid. Seguir leyendo....