Estocolmo

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Lo cuenta Iñaki Ellakuría en su excelente y muy recomendable trabajo ' Contra lo woke y otros virus identitarios' (2025). Resulta que, a primeros de siglo, nuestro periodista viajaba regularmente a un Estocolmo que le sorprendía y cautivaba por el paisaje, la educación, la formalidad y el civismo. También, por albergarse, deambular y relacionarse en/con una sociedad ordenada. Un detalle que sorprendió a nuestro visitante: sus habitantes no solían cerrar con llave las puertas de sus domicilios, porque se fiaban de sus vecinos y conciudadanos. Los claroscuros, por supuesto: incomunicación, sentimiento de culpa, alcoholismo y racismo. El Estado del bienestar –también denominado en sus inicios Estado providencia o Estado benefactor- no es perfecto. Ni siquiera en la Suecia socialdemócrata. Resulta... Ver Más