Nuevo esquema arancelario de EE. UU. libera el 72 % de las exportaciones colombianas; petróleo y café entre los favorecidos

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Café de Colombia, entre los productos más exportados del agro a la Unión Europea. Imagen: Federación Nacional de Cafeteros.AmCham Colombia presentó un análisis de los 19 sectores que concentran cerca del 72 % de las exportaciones nacionales hacia Estados Unidos, a propósito de los recientes ajustes arancelarios anunciados por el presidente Donald Trump.El estudio busca establecer en qué actividades existen posibilidades de expansión bajo las nuevas reglas y en cuáles se intensificará la presión competitiva.La entidad explica que el mercado quedó ordenado en tres niveles de oportunidad, definidos a partir de la capacidad real de aprovechamiento en el nuevo marco arancelario.Para ello se evaluaron variables como exposición a recargos, alivios efectivos, dinámica competitiva internacional, condiciones operativas y exigencias regulatorias.Este enfoque permite identificar sectores con potencial inmediato y aquellos que requieren intervenciones específicas para sostener o ampliar su participación.Según el informe, la modificación de aranceles abre espacio para capturar valor en varios sectores estratégicos.AmCham Colombia destaca que el análisis fue diseñado como una herramienta técnica que facilite la toma de decisiones empresariales y que oriente las prioridades de política pública y privada.Su propósito es apoyar procesos de productividad, diplomacia comercial, logística, certificación y adaptación regulatoria.Resumen cuantitativo por nivel de oportunidad• Alta: 1 sector (5,3 % de los sectores; 2,1 % de la canasta).• Media: 16 sectores (84,2 %; 92,1 % de la canasta).• Baja: 2 sectores (10,5 %; 5,8 % de la canasta).La categoría intermedia, donde se ubica la mayor parte de la canasta exportadora, agrupa actividades que reciben alivios arancelarios totales o parciales en subpartidas específicas, o que mantienen tarifas, pero aún conservan margen para crecer mediante mejoras no arancelarias.En este grupo se encuentran petróleo (40 % de la canasta), oro (11 %), flores (13 %), café (10 %) y otras partidas agrícolas e industriales.Aunque petróleo y oro no están sujetos a la tarifa recíproca y representan una parte sustancial del alivio agregado, su capacidad de expansión depende de factores distintos al arancel.La regulación, la transparencia en la cadena de suministro y las certificaciones de legalidad y sostenibilidad se convierten en elementos determinantes para conservar acceso preferente y garantizar la aceptación del mercado estadounidense.El caso de las flores y plantas evidencia un reto particular. Algunas líneas enfrentan ahora un recargo del 10 %, lo que obliga a fortalecer la productividad, la cadena de frío y el cumplimiento de estándares ambientales para preservar participación frente a competidores que operan con condiciones arancelarias más favorables.Recomendado: Trump eliminó aranceles para exportación de café, carne y otros alimentosEn el café, la exención cobija subpartidas clave, como café verde y tostado, lo que mejora el posicionamiento frente a otros países. No obstante, la consolidación del sector requiere avanzar hacia productos diferenciados, mayor trazabilidad y esquemas de comercialización de largo plazo.En el nivel de alta oportunidad destaca el sector textil-confección. Aunque también asume un recargo del 10 %, se beneficia de los procesos de relocalización productiva (nearshoring) y de capacidades ya instaladas en el país.Para transformar esa ventaja potencial en resultados sostenibles se necesitan acuerdos comerciales focalizados, modernización industrial y un portafolio orientado a bienes de mayor valor agregado.Los sectores ubicados en baja oportunidad —entre ellos buena parte del aluminio y el acero— enfrentan recargos que pueden alcanzar el 50 % o exenciones limitadas a casos muy puntuales.Aquí las posibilidades pasan por estrategias de largo plazo, dirigidas a nichos altamente especializados, inversiones en certificaciones y encadenamientos productivos que permitan sustituir importaciones complejas.Para maximizar las oportunidades, AmCham recomienda que Colombia priorice la diplomacia comercial orientada a obtener exenciones o esquemas de alivio; fortalecer las agendas público-privadas de modernización productiva; impulsar programas de certificación y trazabilidad —especialmente en minerales y alimentos—; mejorar la infraestructura logística y la cadena de frío; y promover nichos de manufactura avanzada donde la combinación de exenciones y especificaciones técnicas permita construir ventajas sostenibles.